Sin educación no hay fútbol: residencia UDA

Antes que meter goles y ganar títulos está la educación. La Residencia del Almería, en la que conviven 17 jugadores de la cantera, se convierte en un lugar fundamental para el futuro de jóvenes talentos del balón. Cada mañana, a las siete y media, tienen el desayuno para entrar a clase a las ocho y diez. Tan importante es aprender de un libro como de conceptos futbolísticos.

A las 14:45 horas toca almuerzo para recargar las pilas. Los tutores dan descanso hasta las cuatro, cuando van a entrenar o continúan con los deberes de clase. La cena es a las ocho y media de la tarde y todos a dormir. El Almería quiere tener todo bajo control y deja que los infantiles y cadetes puedan salir hasta las diez, mientras que los juveniles tienen de plazo hasta las once.

Conducta
Juani Rodríguez es la coordinadora de la Residencia, mientras que Juan Francisco Maleno y Daniel Gálvez son los tutores. Ellos son, con la ayuda de Ricardo Molina, preparador de porteros de filial y, a su vez, profesor licenciado, los que ayudan en la formación académica de unos niños que quieren crecer en el fútbol. Javier Fernández es el psicólogo y Rafael Plaza el chófer que desplaza a los alumnos desde la residencia al entrenamiento.

El personal
Los tutores aseguraron a LA VOZ que “el comportamiento de los niños es muy bueno. Saben adaptarse a una agenda que compagina estudio con entrenamientos y partidos”. Los diecisiete jugadores que están en la Residencia del Almería son: Juvenil A: Albert Batalla, que ha entrenado con el primer equipo rojiblanco, Manuel Jesús Alemán, Juan Francisco López y Jordi Mola. Juvenil B: Tomás Cruz, Muhamadou Janneh, Romen Melian y Óscar Gesti. Cadete A: Daniel Donayo, Álvaro Chumilla, Mario Ordóñez y David Luna. Cadete B: Raúl Botía. Infantil A: Mario Mañas, Michel Baquero y Raúl Martínez. Infantil B: Alejandro Yépes. 

Cinco de Andalucía Oriental, cuatro de Catalunya, tres de Murcia, tres de Castilla la Mancha y dos de Canarias, están en la Residencia. Todos se han adaptado a vivir lejos de sus familiares y amigos. Curiosamente, tienen un saludo secreto y todas las habitaciones están en el mismo pasillo. Comportamiento: diez.

El club
Andrés Fernández y Agustín Sánchez, responsables de la cantera, se interesan cada día por el buen funcionamiento de la Residencia y de las notas de los alumnos, porque importa el rendimiento académico, que inculca a diecisiete chavales que la educación está por encima de todo en esta vida.