Silencio, el broche de oro al Jueves Santo de Almería

Unos 75 nazarenos con cirio formaban las filas

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José Luis Laynez
01:00 • 24 mar. 2016

Tres Jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión, oíamos repetir machaconamente a nuestras abuelas cada vez que se acercaban una de estas tres festividades.




Bueno, pues de los tres, ya sólo queda el Jueves Santo; los otros dos pasaron al domingo. Y desde que se estilaba el pío refrán, una Cofradía de Almería ha mantenido su procesión en este Día del Amor Fraterno: la Cofradía de Nazarenos del Stmo. Cristo de la Redención en su Sagrado Descendimiento y María Stma. del Consuelo, conocida popularmente como Silencio.




Con la solemnidad habitual, salió de la iglesia de San Agustín en una noche deliciosa un poquito después de las 21 horas. Lejano queda en el tiempo el tenebrismo de aquel Silencio de los años 50, 60 y 70. Ya lleva acompañamiento musical.




Novedoso resultó el del paso del Descendimiento, que procesionaba a los sones de la Capilla Musical Sacra Redemptio. Con la Virgen del Consuelo, el de siempre: la Banda de Música ‘La Mezquita’ de Alboloduy.




Además de la música de capilla, otras novedades presentaba la procesión. El Libro de Reglas aparecía bellamente plateado, las potencias del Cristo de la Redención lucían bañadas en plata y la mesa de reglas fue tallada.




Recordemos que el pasado año se le dio la advocación de Virgen de la Piedad a la que aparece al pie de la Cruz en el paso del Descendimiento. Y otro detalle de cara a un futuro muy cercano: en el taller de bordado de la Cofradía se restaurará el Palio del Consuelo.




Salió el Descendimiento a Rambla Alfareros a las 9.15 de la noche con ornamento floral a base de iris morados, comandado por el capataz Alejandro Suárez. Diez minutos más tarde fue la salida del Paso de Palio, con adorno floral de rosas de pitiminí blancas y a las órdenes de Manuel Vicente.




Componían el cortejo 75 nazarenos y 8 mantillas. La noche era majestuosa y el Silencio lució como siempre que se lo permite la meteorología. Primeramente, procesionó por las calles de la parroquia para ganar Puerta Purchena e internarse en el casco histórico de Almería  por calle Tiendas. A Carrera Oficial llegarían a la 1 de la madrugada, para recogerse tres cuartos de hora más tarde.



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