El Amor de la mano del Dolor, por las calles de Almería

Esplendoroso estreno del nuevo palio de la Virgen

Cristo del Amor en el inicio del recorrido por Almería.
Cristo del Amor en el inicio del recorrido por Almería.
José Luis Laynez
23:24 • 11 abr. 2017

Increiblemente benigna en lo meteorológico. Así está resultando esta Semana Santa 2017 en la que solo el viento ha molestado ligeramente a alguna Cofradía. Ayer Martes Santo, ni tan siquiera el temido Eolo se dejó sentir en nuestra ciudad. Bien que lo habría lamentado la Real e Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo del Amor y la Virgen del Primer Dolor, ya que la Titular mariana estrenaba palio sobre varales con dos siglos de historia, cuyas peripecias contamos en el despiece, y no habría lucido igual con el temido levante presente. 




Una Cofradía que ha crecido en los últimos años tanto en cantidad de nazarenos y mantillas como en la organización de la procesión, quizá con algunos excesos de rigor, fácilmente evitables y que satisfaría a quienes nos acercamos a ella a realizar nuestro trabajo. Ante la imposibilidad de contar lo que pasó dentro de la iglesia, comenzamos nuestra narración a las 18.45, hora en que se abrió el portón lateral del templo y por él salió a calle Alcalde Muñoz el desfile procesional del Cristo del Amor y la Virgen del Primer Dolor. Cientos de almerienses esperaban el momento por todos deseado.




Abría el cortejo la Cruz Guía tras la que pronto aparecía la guardería. Una treintena de niños, la semilla de la Semana Santa, procesionaban en ella con sus simpáticas y pequeñas túnicas de color marfil. Los nazarenos que forman las dos filas laterales aumentan cada año. Más de un centenar acompañaban a sus Titulares, con el recuperado color celeste en el antifaz, túnicas color marfil y cíngulo rojo. Presidían el cortejo el consiliario, Manuel Cuadrado, el hermano mayor, Juan Antonio García, así como respresentates de los hermanos honoríficos de la Cofradía.




Con el Paso de la Virgen venían las novedades. No lo era el hecho de que el número de mantillas, sus camareras, aumente cada año. Ya son 45 las que han acompañado a su Señora este 2017. Lo más visiblemente novedoso era que, tras dos años de ausencia, el palio volvía a cubrir el paso con doce varales que tienen dos siglos de una historia ‘viajera’.




También resultaba novedoso algo que no se percibía exteriormente: la procesión portaba una Custodia en cuyo interior se guardaba amorosamente la reliquia de Santa Teresa de Jornet, patrona de los ancianos desamparados, que las monjas entregaron para esta procesión.




Música Como todos los años la Banda de Cornetas y Tambores Santa Cruz acompañaba el paso del Cristo, mientras que Santa Cecilia de Sorbas guiaba con sus sones a los costaleros de la Virgen, que, por cierto, estrenaba capataz.
La saeta al pie de la antigua Casa de Socorro de Montse Pérez y del Capitol, por Ana Mar y Mariana, rasgaron la tarde abrileña. Ya caía la noche cuando la Cofradía ganó Carrera Oficial.






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