Ocho años sin tí...

….. mi yayo, pero yo sigo extrañándote como el primer día que faltaste, y recordando cada momento de alegría como si volviese a tener 6 años. Hay cosas que la muerte y la ausencia no se pueden llevar, y éso es y siempre será el amor tan grande que nos teníamos. Esas tardes de juegos de mesa, de la pirindola con pesetas y de llenar todo el suelo de plastilina…. Si tan sólo pudiese conservar más cosas de ti, nuestras…. Pero las más importantes las llevo guardadas en el fondo de mi alma, grabadas en mi corazón. Jamás olvidaré tus bromas y tu sonrisa, tu amor incondicional. Siempre serás mi yayo y mi padre, por mucho que llore en este día, sigo soñando contigo, que algún día volveremos a vernos y podrás sonreírme otra vez, y eso me hace esbozar una leve sonrisa bajo tantas lágrimas. Gracias por darme el mejor regalo de todos, aquel que nadie me podrá quitar: tu amor incondicional; mi tesoro más preciado. Te quiere, tu Fani.