XXV aniversario del fallecimiento del Padre Tapia

José Ruiz Fernández

José Ángel Tapia Garrido

  • La Voz
El día 3 de agosto de este año se cumple el XXV aniversario del fallecimiento del sacerdote e historiador, José Ángel Tapia Garrido (más conocido como “el padre Tapia”). A este respecto hay que recordar que el padre Tapia falleció en su domicilio de Almería (calle Lope de Vega, núm. 7) el día 3 de agosto de 1992, a las 5 de la mañana, según reza su inscripción de defunción en el Registro Civil de Almería. Y al hilo de esta efemérides, he creído oportuno evocar su memoria precisamente en esta fecha, coincidiendo con la presentación de las Actas de los trabajos elaborados por numerosos historiadores almerienses con motivo de la celebración de las jornadas “La Historia de Almería y sus historiadores”, editadas por el Instituto de Estudios Almerienses y magníficamente coordinadas por Julián Pablo Díaz López, con ocasión de la celebración del I Centenario del nacimiento del ilustre historiador nacido en el pueblo de Abla. Conocí al padre Tapia a finales de la década de los años cincuenta del pasado siglo, coincidiendo con su estancia como párroco de Berja. Acababa de ejercer su ministerio en el pueblo de Vélez-Blanco, cuando en el año 1957 tomó posesión como párroco de Berja, pueblo en el que permaneció hasta el año 1968. En aquellos años el padre Tapia Garrido comenzaba sus primeras investigaciones históricas, publicando su primera monografía, Vélez-Blanco. La villa señorial de los Fajardo (Madrid, 1957), a la que siguió Historia de la Baja Alpujarra. Berja. Adra. Dalías (Almería, 1965). Después vendrían Los obispos de Almería (Vitoria, 1968) y la primera edición de su popular Almería, piedra a piedra (Vitoria, 1970), una vez instalado en la capital almeriense. Ya en la década de los años ochenta comenzaría la publicación de su monumental obra Historia General de Almería y su Provincia, obra concebida en principio con nueve volúmenes y que la fecundidad de su autor amplió a los catorce volúmenes que publicó hasta la fecha de la muerte en 1992, dejando la obra incompleta. Un recuerdo emotivo a nivel personal fue cuando le comuniqué la noticia de que la Comisión Organizadora del VIII Festival de Música Tradicional de La Alpujarra había acordado dedicarle esa edición del Festival, que tuvo lugar en Berja el día 13 de agosto de 1989. Y el padre Tapia, a pesar de su dolorosa enfermedad, no faltó a la cita. Como tampoco faltó a la presentación de la segunda edición de su libro Historia de la Baja Alpujarra, libro coeditado con la colaboración de los Ayuntamientos de Adra, Berja, Dalías, El Ejido y Vícar más el Instituto de Estudios Almerienses, el 12 de agosto de 1989 en la terraza del Círculo Mercantil e Industrial de Berja. Y todo ello, a pesar de la carta que recibí en la que se excusaba por no poder asistir a dicho acto, y cuyo texto reproduzco literalmente: Almería, 18 de julio de 1989. Sr. D. José Ruiz Concejal de Cultura Berja Estimado amigo: Definitivamente a la presentación del libro, sea el día 29 o cuando sea, no puedo ir; disponlo todo sin contar conmigo. El 31 de mayo la Asociación de Padres e Colegios Privados me ofreció un homenaje en el salón de la Caja de Ahorros y no pude ir. A principio de junio no se hizo la presentación de los tomos V y VI de mi Historia porque yo no pude asistir. Estoy muy fastidiado de las piernas y tengo otras dolencias. Esta mañana el médico me ha puesto un plan para mis dolencias aflojen para que el 13 de agosto pueda ir a ésa sin mayores molestias. En eso estoy. En vísperas del 13, me avisas de la hora, lugar y locomoción para ir. Ahora no puedo ir. Afmo. En Cto. y s.s. Tapia Especialmente satisfactorio para mí fue el haber compartido mesa y mantel en la cena que nos ofrecieron los organizadores del Premio Nacional del Periodismo de la Casa de Almería en Barcelona en el restaurante del Club Naútico de Almería, al haber sido yo galardonado con dicho premio en el año 1986 y el padre Tapia con el premio especial por su trayectoria en el campo de la investigación histórica. Por todo ello, es de agradecer la oportunidad de los actos que el Instituto de Estudios Almerienses organizó en los pueblos de Berja, Vélez-Rubio, Abla y Vélez-Blanco, así como en la ciudad de Almería a lo largo del año 2014, para conmemorar el I Centenario del nacimiento, con participación de numerosos historiadores, cuyos trabajos se han visto plasmados en las Actas, que se han publicado coincidiendo con el XXV aniversario de la muerte del ilustre historiador almeriense.