Otro año más sin ti

ROSA MOLINA PORTERO

  • La Voz
El tiempo pasa, otro año más sin ti - ya van dos -, pero el dolor no cesa. El estado de ánimo es una montaña rusa durante todo el año y más en estos días. Días de celebrar cuando vinimos a la vida e imposible hacerlo cuando quién te la dio ya no está. Días de reunirse en familia y cómo hacerlo si quién más une no está. Quisiera decirte que todo está bien pero te mentiría. Cada día que pasa me voy dando cuenta de que este dolor irá conmigo el resto de mi vida. El recordarte a diario me da fuerzas pero revivir tu pérdida me rompe el corazón. Dicen que los hijos tenemos que estar preparados para perder a los padres porque sabemos que es ley de vida...no es cierto, nunca se está preparado para perder a alguien que quieres y menos aún a una madre en el momento que podría haber empezado a disfrutar de la vida. Nacida en una época en la que te tocó trabajar desde niña, en la que no había tiempo para jugar, pasando por el dolor de perder a tu padre en la adolescencia. Luego luchar junto con tu marido para sacar a tus dos hijos adelante y darles todo aquello que tú no pudiste tener. Un trabajo duro de sol a sol pensando siempre en dejarnos algo para nuestro futuro...cuando por fin se empieza a ver la luz al final del túnel, llega la maldita enfermedad, para después de dos años y medio de lucha, perder la batalla... Merecías mucho más, te lo mereces todo pero no te has llevado nada. Una vida dedicada a los demás, a hacernos felices simplemente con tu presencia, por eso es tan difícil seguir adelante sin ti, porque tu carácter alegre y positivo, inundaba cada rincón de nuestro corazón, tu risa,tus palabras cariñosas, tus besos, tus abrazos, todo eso que tanto echo de menos. Ojalá que mis palabras te lleguen, que un día nos reencontremos y podamos disfrutar de todo lo que se quedó a medias. Porque no hay nadie mejor que tú, ni con un corazón más grande, he querido rendirte homenaje Mamá en este segundo diez de diciembre sin ti. Gracias por tu amor, por tus lecciones de vida, por el honor de ser tu hija. Siempre estás en mi alma y en mi corazón. Te quiero mucho Mamá.