“Nos han hecho entrar en pánico cuando no había esa necesidad”

José María Rossell, presidente de Grupo Senator, analiza la compleja situación del turismo

José maría Rossell vive estos días, como el resto de los mortales, confinado en su casa de Aguadulce.
José maría Rossell vive estos días, como el resto de los mortales, confinado en su casa de Aguadulce.
Manuel León
07:00 • 29 abr. 2020

¿Como está viviendo este confinamiento obligado?



Adaptándome a lo que piden las autoridades, con normalidad. Hablando mucho por teléfono, paseando por mi casa y mi jardín en Aguadulce.






¿Echa algo de menos en esta situación tan atípica?



No demasiado, hablo por teléfono con mis hijos y con mis nietos. Quizá salir a comer con los amigo, pero yo nunca he sido una persona de mucho salir, sino que he estado siempre muy volcado en mi trabajo. Ahora, claro, no voy a mi oficina de Roquetas, aunque lo seguiré haciendo, aunque mis dos hijos son los que llevan ya la mayor parte de la gestión del negocio.



Se aventuran turbulencias para un sector en el que el Grupo que usted preside es el mayor operador de Andalucía.



Ciertamente vamos a pagar unas consecuencias muy caras. La recuperación va a ser dura para este sector que será el más perjudicado por la crisis del covid-19. Todo va a depender de cómo se vayan recuperando los vuelos, esa va a ser la clave. 



Por ir a lo último, ayer se supo que el Gobierno alemán ha recomendado a sus ciudadanos que no viajen en los próximos meses de vacaciones a España.

Para nosotros Alemania es un mercado crucial. Le voy a dar mi opinión personal, en esta situación de crisis se ha creado un estado de pánico innecesario alertado sobre todo por la prensa y los propios gobierno. Para mí es un tema grave pero no gravísimo. En la historia de la humanidad ha habido crisis que han sido más fuertes y que han matado a mucha más gente. No hay que alarmar en exceso como se ha hecho y ya no tiene remedio.


Pero la crisis  para la economía en general y el turismo en particular ya es un hecho.

Evidentemente, va a ser un crisis económica muy fuerte para España y si el Gobierno no hace nada van a caer muchas empresas pequeñas, medianas y de todo tipo y vamos a tener mucha falta de liquidez. Esto no se va a arreglar en 2020 ni en 2021 tardará dos o tres años. Lo más grave va a ser las decenas de miles de puestos de trabajo perdidos en un sector que representan en España el 14% del PIB y en Almería en torno al 12%. En Andalucía estamos estimando unas pérdidas de más de 24.000 millones por ahora.


¿Cómo cree que se está gestionando la crisis desde los organismos que dirigen el sector?

No se ha previsto el alcance de lo que está sucediendo. Hay temas que han salido en el BOE y al día siguiente se han cambiado. Hay una falta de programación desde el primer momento muy importante y de no saber tratar bien a este sector tan importante para España y para Almería.


¿En qué sentido no se está tratando bien al sector turístico?

Desde este Gobierno de coalición que tenemos se ha transmitido el mensaje de que hay que quitar importancia al turismo. Querer perder lo que ya tenemos no me parece que sea lo más lógico y hablo por que sé de lo que hablo en este sentido. 


Y desde el Patronato Provincial de Turismo qué se puede hacer para paliar estos daños tan importantes que ya se están sintiendo.

Desde el Patronato lo más importante que se pueda hacer es que las empresas resistan, sin empresas esto se va al garete. Lo que hay que tener es un protocolo que sea aceptado por todas las autonomías y que el turista se sienta seguro y tranquilo y eso no se soluciona poniendo mamparas. 


Algunos de los grupos hoteleros andaluces han presentando un plan de medidas el Gobierno regional que creen imprescindibles para que el sector hotelero no se hunda.

Así es. Sobre todo el espíritu de ese documento es poder contar con avales de la propia Junta y que los bancos también colaboran con periodos de carencia y en años de amortización para que las empresas no se ahoguen.


La Junta, a su vez, ha presentado también la pasada semana un plan de choque, ¿qué opinión le merece?

Creo que se queda muy corto para las necesidades reales de los hoteles y de todo el sector de la hostelería. Creo que son 300 millones en avales y eso es el chocolate del loro. Con esa cantidad tan pequeña no se puede salvar el sector turístico en Andalucía, un sector que mueve miles de empleos y que ahora tiene grandes tensiones de tesorería a corto plazo o se le da más financiación o se hunde todo. En tres días se agotarán los  vales como ocurrió con los del ICO, que a la semana ya se habían agotado. 


El Grupo Senator cuenta también con intereses en Lationamérica, ¿Cómo están allí las cosas?

Nosotros contamos con una  planta hotelera global de 36 establecimientos y 2.500 habitaciones. En La República Dominicana tenemos dos hoteles que hemos tenido que cerrar por esta situación. En México, en la Rivera Maya, estábamos a punto de inaugurar un nuevo hotel, el más grande del grupo, pero tendremos que retrasarlo un año más.


¿Cómo va a influir esta pandemia en las futuras prácticas turísticas?

Van a cambiar mucho las cosas al principio, pero el tiempo es una gran goma de borrar y la humanidad tiene un gran capacidad para olvidar. En dos o tres años nadie se acordará de todo esto, porque la memoria es selectiva. Siempre ha habido pandemias, la gente ha muerto y la humanidad se ha recuperado.


¿Almería va a atener alguna peculiaridad dentro de esta situación del negocio turístico?

Nuestro problema en España son las peculiaridades. Estamos esperando a ver qué va a pasar, hablar ahora es hablar por hablar. Pero sí hay una cosa que tengo clara y es que necesitamos un único protocolo en todo el territorio para toda la industria turística. No podemos seguir haciendo casa uno la guerra por su cuenta en cada región, eso destroza el sector y a los turistas los despista. Ese protocolo ya lo tienen en los principales destinos de Asia y en Portugal, nuestros vecinos ya lo han trabajado también. Pero aquí en España como siempre vamos con retraso, con tanta bronca entre comunidades. Lo que se necesita ahora es seriedad y pocas bromas. China, Vietnam  e Italia y hasta Dubai ya tienen un protocolo de actuación para el sector turístico, pero nosotros aún estamos con experimentos.

 

¿Y cómo intuye usted que serán esos protocolos?

A mi me parece ridículo todo esto que se está diciendo de que habrá que ir de vacaciones a los hoteles y a la playa con mascarilla, si es así por obligación, lo que ocurrirá es que nadie irá de vacaciones porque las vacaciones son un tiempo de ocio para disfrutar. Hay que hacer protocolos que sean razonables y realizables por las empresas. Por ejemplo que haya separación entre hamacas, pero ir a un hotel con guantes y mascarillas me parece ridículo. Hay que tener sentido común.


Senator tiene también la peculiaridad de un hotel naturista en la playa de Vera  que dificulta aún más el cumplimiento de los protocolos. Un practicante de turismo nudista en mascarilla será difícil de asimilar. 

Me parece que hay que flexibilizar estas cosas y tener en cuenta todos los parámetros. El turismo es una industria muy importante, pero es una industria de ocio  que requiere que el cliente, el huésped disfrute de una situación de comodidad. Lo que hay que hacer es el mayor número de test posibles y tomar la temperatura en cada establecimiento, eso sí, pero una ves pasado ese filtro, que los huéspedes disfruten no poniéndoles una mampara a cada paso.


¿Cuál es ahora la situación de sus hoteles y de la plantilla de Senator?

Toda la planta está cerrada, excepto el Toyo que se lo cedimos a la Cruz Roja para albergar a inmigrantes con necesidades de alojamiento. Nosotros hemos tenido que hacer Ertes, el problema para los trabajadores es que aún el Gobierno no ha empezado a pagar y se habla del diez de mayo, pero mientras tanto esas familias tienen que comer. Nosotros en temporada alta llegamos a sumar una plantilla de 3.500 empleados. No sabemos cómo vamos a reiniciar todo esto la verdad. 


¿Cómo analizan sus hijos esta situación tan extraña de falta de actividad?

Ellos -José María y Daniel- no paran en estos momentos. Están encima de todos los problemas del día a día que son muchos. Hay muchos frentes abiertos y nosotros nos tenemos que valer de nuestros propios protocolos de actuación que hemos ido implementando en las últimas semanas con un trabajo muy intenso.


¿Y la patronal hotelera está tomando algunas iniciativas?

El sector en Andalucía está muy poco unido y mal dirigido. Tenemos cadenas andaluzas muy cercanas a nosotros con los que estamos en contacto y con los que compartimos preocupación.


¿Qué pronóstico hace para su cuenta de resultados este año?

Pues vamos a pasar de una facturación de 150 millones anuales a cero ingresos, si esto sigue así. Esa es la vedad. El coronavirus ha llegado en el peor momento y se han cancelado todas las reservas. El cliente internacional está perdido. 


¿Y el segmento urbano?

Se recuperará antes, los hoteles son más pequeños y los viajes de negocios son una necesidad, no un capricho. Nosotros hemos equilibrado mucho el vacacional y el urbano.


¿Usted podía imaginar esta pesadilla?

Nunca.  En mis 53 años de profesión nunca lo hubiera dicho. Eso me decía Escarrer, de Meliá, con 66 años de trabajo, de quedarnos sin un solo cliente.


 Biografía del primer hotelero

José María Rossell Recasens (Torroella de Montgrí, 1945) empezó en el sector desde niño como botones en la Costa  Brava y después se formó en Alemania. Se empapó del negocio turístico y de la clave de los touroperadores y a la vuelta decide emprender su propio negocio. Con veinte  años, sin un duro en el bolsillo, desembarca junto a su hermano en Garrucha y arrienda dos hostales -El Costa Blanca y Los Arcos- al empresario local Francisco Gea Perona. No existía aún el aeropuerto de Almería y Rossell tuvo que traer sus primeros turistas alemanes a través del aeródromo militar de San Javier en Murcia. Después fue progresando con negocios adicionales como una agencia de viajes y un rentacar, tiendas de souvenirs, establecimientos hosteleros y edición de postales. Hasta que dio el salto a Roquetas, donde está la sede. Hoy Senator es el primer grupo hotelero andaluz con 36 establecimientos.



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