“Ningún Aquarium es rentable, pero sirve para competir con otras regiones”

Enrique Fernández es el director del Aquarium Costa de Almería, que abrió sus puerta en 2006

Enrique Fernández ante el tiburón toro \'Romero\', en el Aquarium Costa de Almería.
Enrique Fernández ante el tiburón toro \'Romero\', en el Aquarium Costa de Almería. JA Barrios
Juan Antonio Barrios
20:03 • 27 ago. 2020

Enrique Fernández es el director del Aquarium Costa de Almería. Un acuario que abrió sus puertas al público en el año 2006. Fue la ilusión hecha realidad de este acuarista almeriense que considera que supone potenciar la oferta turística almeriense para beneficio de toda Almería. Considera que el Aquarium Costa de Almería es educación, conservación e investigación.



Enrique, ¿Cómo le surgió la idea de crear un Aquarium en Almería?



Soy acuarista y monté una tienda de peces en Roquetas de Mar hace 30 años con el tiempo ví que se me quedaba corta. Tuve la suerte de encontrarme un amigo arquitecto, le trasladé esta idea. Me pidió que fuera a su estudio y en ratos perdidos trabajar sobre la idea, con un aquarium virtual. Cuando nos vinimos a dar cuenta ya teníamos montado un proyecto serio, viable. 






¿Dónde presentó el proyecto?



Lo presenté en Almería y no confió en mí, tenemos la mala costumbre de no creer en nuestra gente.  Seguí adelante con el proyecto y se lo presenté al alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat. Le pareció muy buena idea y de todos los proyectos que tenía sobre la mesa el único que vio viable fue el aquarium.



¿Cómo le surgió la idea de crear un Aquarium en una provincia pequeña como Almería?



Soy almeriense por los cuatro costados y no quería salir de Almería. Quería hacer algo por mi provincia, veía que teníamos una falta muy grande de oferta complementaria. Vivimos del turismo y de la agricultura. La agricultura está muy bien posicionada pero en el turismo sólo era hoteles y playas, sin ningún aliciente más. Siempre pensaba que necesitábamos algo más. 




¿Cuándo abrió sus puertas el Aquarium?

Nuestro proyecto lo iniciamos en el año 2000, en el 2004 se presentó y en el año 2006 estaba entrando la gente por la puerta.


¿Qué pensó que podía diferenciarnos?

Pensé que podíamos hacer lo que no se atreve a hacer nadie en otros sitios, porque es difícil mantener un acuario con una población tan pequeña como la de Almería. Con ayuda de empresas de Almería se puede sustentar. Ese fue el principio de mi proyecto, sin ánimo de lucro. Todos los socios, cuando se metieron en el aquarium sabían que no iban a ganar dinero, incluso iban a tener que poner un poquito. Ningún acuario es rentable, económicamente. Eso sirve para llevarlo a un estado competitivo con otras regiones. Como ejemplo, sólo las grandes capitales son las que pueden sustentar acuarios y donde la inmensa mayoría son con ayudas públicas. Nosotros no tenemos ninguna.




¿Entonces, se pensó que fuera municipal?

Gabriel Amat pensó que era mejor ayudar al proyecto, pero que fuera privado y eso provocó que nos metiéramos en una dinámica de la que ya no podíamos salir, nos metimos en un préstamos de cuatro millones de euros. Tuve la suerte de tener socios importantes, Grupo Hoteles Playa, Hispano Almería, Montajes Almería, hasta que llegó la crisis. 


¿Qué sintió cuando consiguió abrir las puertas y que entrara el público?

Recuerdo que lo viví con muchos nervios, pero con el transcurso de los años y viendo lo que es hoy el Aquarium Costa de Almería, muy orgulloso de haber conseguido mi sueño y de que otros almerienses me ayudaran. Un sueño que, en definitiva, beneficia a toda la provincia




¿Ha pasado malas rachas?

Sí, he pasado rachas muy malas. Cuando la crisis económica, la empresa constructora va a la quiebra, administradores concursales en esa constructora y en el Aquarium no teníamos dinero ni para pagar la luz. Intentamos buscar soluciones.


¿Cuál fue la salida?

Dice el refrán que cuando una puerta se cierra se abre una ventana y ahí conseguí convencer, que no costó ningún trabajo convencerlo, a Daniel Rossell, que en ese momento era el representante del Grupo Hoteles Playa en el Aquarium, para que adquiriera la mayoría de las acciones. Era la única manera de hacerlo viable. Y así se hizo. Ahora estoy muy orgullo del esfuerzo que todos hicimos.  




¿Qué supone tener un Aquarium en Almería?

Yo les diría a los lectores de La Voz que pensara dónde se va a ir cuando se va de vacaciones. Todos miramos precios, pero a igualdad de precios nos preguntamos ¿Qué se puede hacer en ese sitio? Playas tenemos en toda la costa mediterránea española, hoteles hay preciosos en todos los puntos, el clima en España en verano es maravilloso. Las otras cosas que buscamos son monumentos, museos, que por cierto hay que felicitar a los políticos de Almería porque ha cambiado mucho el panorama museístico en Almería. Y además de todo eso te as cuenta que además la provincia de Almería tiene un acuario.  




¿Defina el Aquarium?

Lo divido en tres valores fundamentales, educación, conservación e investigación. Eso es realmente un acuario. Con esos valores, el público sale aprendiendo muchas cosas. Cabe recordar que colaboramos con entidades rescatadoras de animales marinos. Además, ayudamos como el caso de las caracolas que la Junta de Andalucía incautó en un comercio. Nos trajeron un pésimo estado las caracolas protegidas charonia lampas. Las recuperamos y las volvimos a reintroducir, concretamente en Villaricos. Otra cosa que hacemos es visitas de escolares. Es fundamentar para concienciar a los niños de la limpieza de los fondos marinos, entre otras.


¿Una de las muchas curiosidades del Aquarium es  el nombre del tiburón Toro?

Cuando traje el tiburón vino Fausto Romero-Miura a verlo. Lo primero que  me preguntó fue su nombre. En ese instante y en su honor decidí llamarlo ‘Romero’.




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