El CAMINA sale a los barrios en busca de su memoria de vida

Almería se ha convertido en un laboratorio. Lo ha hecho gracias a CAMINA, un proyecto cofinanciado al 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través del programa de Acciones Urbanas Innovadoras y que pretende conectar la ciudad, sus barrios y sus vecinos, a través de la cultura y que quiere hacerlo a través de una participación conjunta de vecinos, instituciones y entidades privadas que promuevan no solo una programación cultural interesante, sino que ayuden a generar y arraigar ‘vida’ cultural, todo a través de métodos innovadores.

Todo esto que suena tan teórico, y que no es fácil de plasmar en papel (o en la pantalla de su dispositivo móvil), nace de la necesidad detectada a través del Plan Estratégico ‘Almería 2030’ de crear un eje cultural que permitiera poner en valor el patrimonio, la historia de la ciudad así como el orgullo de pertenencia a la misma. Una tarea nada fácil en una ciudad en la que a pesar de que en 1855 se decidió que se tiraran todas las murallas, hay en espacios que siguen estando presentes como una barrera psicológica y que desconecta sus propios barrios históricos.

Explicaba el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, el día que se realizaba la presentación de este proyecto que “busca redescubrir los valores de la diversidad cultural y sus efectos positivos en la integración social a través de una ruta circular entre los barrios de La Chanca-Pescadería, Casco Histórico y centro. Tres paisajes culturales unidos para potenciar la identidad de nuestra ciudad a través del rico patrimonio material e inmaterial existente”. 

Para ello se han involucrado en el proyecto a un total de nueve socios entre los que hay empresas culturales, consultoras e instituciones como son la Junta de Andalucía, la Diputación de Almería y la Universidad de Almería a través de su Centro de Estudios de Migraciones y Relaciones Interculturales, la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, la Escuela Municipal de Música y Artes, KUVER Producciones Audiovisuales S.L, la empresa de ingeniería EPTISA y la consultora Khora Urban Thinkers, a quienes se unirán las asociaciones y actores culturales individuales de cada uno de los barrios. Todos de la mano tratarán de “co-crear la solución”.

Explican desde ‘Almería 2030’ que la primera de las acciones que se han desarrollado ha sido la elaboración de un análisis sobre el nivel de cohesión e integración social entre barrios, así como el grado de participación y acceso a la cultura por la ciudadanía. Este estudio realizado por el Centro de Estudios de las Migraciones y las Relaciones Interculturales de la UAL junto a Khora Urban Thinkers ha mostrado, tras realizar multitud de entrevistas y más de 1.000 encuestas, que efectivamente el contacto entre los barrios es fundamental para incrementar los niveles de integración y cohesión social. 

Este estudio sí que sitúa a la Alcazaba como lugar emblemático por excelencia para todos, vivan en el barrio que vivan, y señalan como espacios singulares la Catedral, Puerta Purchena, el puerto, el Parque Nicolás Salmerón o el Cable Inglés. Además, a nivel social, refleja “la conveniencia de trabajar en el fomento del acceso y participación en la cultura para incrementar el contacto entre diferentes grupos sociales”. 

Narrativa

Con esta base, arrancaba la colaboración con el Instituto de Estudios Almerienses (IEA) que se va a encargar de realizar la “narrativa cultural CAMINA” que aúne los hechos históricos, los lugares patrimoniales, con historias de la vida de la gente. Que aúne la Almería que veían los ojos de Siquier o La Chanca de Goytisolo, con las experiencias de los vecinos. Esa narrativa tiene la misión de inspirar los proyectos culturales que deben incluirse en la programación final.

Para ello se han ido realizando más de una treintena de entrevistas individuales a personas expertas del ámbito de la cultura, la historia, el patrimonio y la integración social, además de realizar varias sesiones grupales para identificar los principales atributos y necesidades de los diferentes barrios sobre los que se van a trabajar, así como identificar sus bienes patrimoniales. Con ello, se tratará de redactar esa narrativa que aúne el proyecto.

Una vez hecho el trabajo con los expertos ya han comenzado los trabajos de campo en los barrios con entrevistas a la ciudadanía que será la que con sus aportaciones marquen tanto los elementos patrimoniales como los agentes culturales que hay en su barrio. A partir de aquí se trata de construir “un banco de historias” que recojan la memoria colectiva de La Chanca-Pescadería, la Almedina y el centro urbano.

Laboratorios culturales

Mientras se continúa este trabajo, el proyecto estudia con los nueve socios como se puede plasmar ese conocimiento recogido en iniciativas culturales que vayan más allá de la programación con la que se dará por cerrado el CAMINA. Y es que, según explica el alcalde de la capital “este proyecto trata de dar herramientas a quien no las tiene. De esta forma primero se trabaja con las asociaciones o los agentes culturales de los barrios en la formación necesaria para poder poner en marcha un proyecto cultural, todo de la mano de los socios que ya trabajan en esta materia a través de lo que se ha venido a llamar ‘laboratorios culturales’. El siguiente paso consiste en poner en práctica esa formación y elaborar entre todos esa programación de eventos”. 

A pesar de que este proyecto conllevará la creación de una ruta circular entre los epicentros culturales del Museo Doña Pakyta, el Mesón Gitano y el Cine Katiuska, que debe desembocar en una programación cultural en dos oleadas, una primera en 2022 y otra en 2023, y que permitirá desarrollar infraestructuras, lo cierto es que tiene un fin mayor, plantar la semilla para que ellos sean sus propios gestores culturales. Que sean capaces de establecer programaciones que interesen a todos y no solo a sus vecinos, que convierta a sus barrios en puntos de interés cultural rompiendo las barreras actuales.

Equipamientos

En cuanto a lo más visual, la actuación en las infraestructuras, explica la concejal de Presidencia, María del Mar Vázquez, que actualmente ya se han comenzado los estudios estructurales del Cine Katiuska que son la parte previa a la redacción del proyecto de rehabilitación del mismo, y que “se espera poder contar con dicho proyecto antes de que finalice este año”.

Cabe recordar que la idea es que tras esta rehabilitación se pretende que este espacio se convierta en un nodo cultural con una vinculación cinematográfica.

En cuanto a la actuación prevista en el Museo de Arte Doña Pakyta ya se ha aprobado la separata de la segunda fase de las obras del espacio ya que la ayuda no podía cubrir todo lo previsto inicialmente. La idea es que en breve pueda procederse a licitar los trabajos.

A pesar de que estos espacios son en los que se centralizará el trabajo cultural, lo cierto es, y así lo recuerdan desde la propia Gerencia de ‘Almería 2030’, es que estos eventos están llamados también a salir a la calle y acercarlos a los vecinos.