Cuando la OCAL ayudó a olvidar la enfermedad en Torrecárdenas

La OCAL y Torrecárdenas hacen posible que 20 pacientes disfruten de un concierto

Carmen, Laia y sus familiares, esperando en el Auditorio Maestro Padilla.
Carmen, Laia y sus familiares, esperando en el Auditorio Maestro Padilla. La Voz
Álvaro Hernández
07:00 • 01 nov. 2021

Arreglarse, salir a tiempo y disfrutar del evento. Para cualquiera, ir a un concierto es algo especial. Pero el plan es mucho más que eso cuando tienes tan solo 4 años, tienes leucemia y tu vida consiste en entrar y salir constantemente del Hospital Universitario Torrecárdenas desde el mes de febrero.



Ese es, precisamente, el caso de la pequeña Carmen. Y también el de su amiga Laia. Las dos recibieron la noticia en clase, dentro del complejo hospitalario.



“Llegaron los médicos preguntando si les apetecía hacer una salida y las dos niñas, amigas, encantadas de salir”, cuenta ahora la madre de Carmen.



Todo ello, en un plan perfecto del Hospital Universitario Torrecárdenas que, sincronizados con la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), dibujaron la coreografía perfecta para hacer feliz a quienes más lo necesitan: un grupo de 20 pacientes se desplazaron en ambulancias hasta el Auditorio Maestro Padilla para disfrutar de ‘Beethoven Plus. El Genio de Bonn’.



“Elegimos a unos pacientes con ciertas condiciones  para llevarlos con ambulancias con todo tipo de seguridad y por supuesto de la mano de sus enfermeros, médicos y con toda la atención”, explica a LA VOZ Antonio Huete, subdirector médico y responsable de la Comisión de Humanización del hospital.



Al concierto fueron pacientes oncológicos estabilizados, de digestivo, de neurocirujía, dos niños de oncología infantil con sus padres, traumatología, hematología, de medicina interna…



La OCAL



“Posiblemente sea una mezcla de felicidad, responsabilidad y satisfacción”. Eso fue lo que sintieron desde la OCAL, tal y como explica Domingo Escobar.


“Tener el poder de impactar positivamente a través del arte en personas que están pasando una difícil experiencia, como es convivir con una enfermedad, e influir en su estado de ánimo, es un verdadero regalo”, intenta definir.


A pesar de la dificultad que entraña establecer el dispositivo más seguro posible para desplazar a los pacientes, aislarlos el máximo tiempo posible antes de que el resto del público acceda al Auditorio Maestro Padilla y tener todo listo por si se produce alguna emergencia, desde ambas instituciones lo tienen claro: “Vale la pena y la dirección del hospital está plenamente convencida de ello”.


Tanto él como Escobar recuerdan que “está comprobado científicamente que la música posee efectos beneficiosos para la salud”, pero tiene otra ventaja: “nosotros nos quedamos con las sonrisas, con las miradas cómplices y con la libertad que sabemos que sintieron los pacientes en ese concierto, que seguro será el primero de muchos”, aseguran desde la OCAL.

En aquellos 20 pacientes habría multitud de sentimientos y emociones a lo largo y ancho de esa experiencia que empezaba subiendo en una ambulancia. Carmen reconoce, desde el hospital y por teléfono, que “era muy largo”, pero la alegría de salir por primera vez del hospital fue, quizás, la mejor sinfonía en su lucha contra la leucemia.


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