Sin antibióticos ni microplásticos, así será el agua regenerada de El Toyo

La planta demostrativa del proyecto Life Phoenix estudia fórmulas para la mejor agua depurada

Puesta en marcha de la planta demostrativa
Puesta en marcha de la planta demostrativa La Voz
Lola González
16:51 • 24 mar. 2023

El uso de las aguas residuales para el riego en los cultivos agrícolas, y puede que en el uso urbano, es el futuro en la lucha contra el estrés hídrico que trae este cambio climático. 



Con esta teoría trabaja Aqualia y desarrolla uno de sus proyectos estrella en la EDAR de El Toyo, el proyecto europeo de innovación Life Phoenix que se ha inaugurado de forma oficial y que permitirá tras los análisis que durante un año se van a realizar en la planta demostrativa que se ha instalado en la depuradora, contar con agua reutilizada con un menor volumen de microplásticos, que se pueda producir con un menor coste y que, además, no cuente con un volumen de antibióticos tal que colabore a fortalecer la resistencia de las bacterias.






Explicaba Zouhayr Arbib, responsable del proyecto de investigación, que el objetivo principal de este sistema es conseguir que el agua resultante cumpla con las restricciones para reutilizar de aguas depuradas que aprobó la Unión Europea en 2020 y que entrarán en vigor en España en junio de 2023.



¿Y qué busca esta nueva forma de reciclar el agua? Principalmente que los terciarios sean eficientes y para ello apuestan por mejorar los tratamientos que se hacen antes de que el agua pase por el proceso de desinfección que, en el caso de El Toyo, se realiza a través de un sistema de luz ultravioleta que es lo que más coste económico supone.



Innovación
Explicaba Arbib que uno de los puntos importantes para mejorar la calidad del agua final que sale de la depuración, y por tanto, que mejorará en gran medida las posibilidades de su uso agrícola, es la eliminación de restos de antibióticos. Y es que cada vez más, y así lo han dictaminado tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Comisión Europea, las bacterias se van haciendo más fuertes ante los medicamentos que tomamos.



Así, ponían como ejemplo en la visita a las instalaciones que si el agua no se trata para hacer desaparecer esos restos de antibióticos y después se utiliza para regar, al final a las bacterias que forman parte del proceso agrícola es como si se les hubiera ‘vacunado’ y, por tanto, disminuye el resultado de esta medicación. Pretende esta plataforma reducir al máximo estos restos de antibiótico.



Además, entre sus prioridades está también el acabar con los microplásticos y la forma en la que estos se han ido incorporando en nuestra cadena alimentaria.



En la puesta en marcha oficial de esta planta demostrativa participaba la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, quien dejaba claro que cuando los resultados demostraran la importancia de esta innovación “será extrapolable a otras zonas” ante el creciente problema de la sequía.


Para el director España de Aqualia, Santiago Lafuente, el futuro pasa por el agua reciclada, algo que respaldó el subdelegado de Gobierno, José María Martín, y la consejera de Agricultura, Carmen Crespo.


El proyecto cuesta más de 3 millones de euros y está formado por un consorcio internacional, liderado por Aqualia, constituido por 8 entidades, con socios internacionales como Águas de Portugal y la compañía holandesa MicroLAN; otras nacionales como CETIM o Newland EnTech; y e españolas como la UAL, la Diputación y CHG.


Plataforma de experimentación: #hubREUSA


Este proyecto Life Phoenix, se enmarca dentro de lo que se ha denominado el ‘Hub REUSA’, la plataforma de regeneración de aguas residuales para uso agrícola que se ha creado en la provincia de Almería. 


Dentro de esta plataforma de investigación se suma también el proyecto Life Incover, finalizado en 2019 pero cuyas instalaciones siguen en marcha en la EDAR El Toyo, donde en una laguna de 3.000 metros cuadrados, denominada raceway, se cultivan a escala industrial microalgas y se realiza el tratamiento de aguas residuales gracias a la simbiosis algas-bacterias. 


El agua obtenida de este proceso cumple los parámetros más exigentes de forma sostenible, sencilla y con ahorros energéticos de hasta el 80 por ciento respecto a una depuradora convencional.



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