Un centenar de vacas sueltas causan el caos en Bayárcal

Más de cuatro meses llevan en el pueblo de Bayárcal tratando de encontrar a los propietarios de cerca de un centenar de vacas que, divididas en dos grupos, según han podido observar desde el pasado mes de octubre los propios vecinos, pastan sin control alguno en su término municipal y además han provocado numerosos destrozos, sobre todo por las noches, en los terrenos de cultivo de cuarenta bayarqueros.

“Han roto plantas, riegos por goteo, han tirado los balates de cultivo, han hecho muchos destrozos”, asegura Jacinto Navarro Fernández, alcalde de Bayárcal, a quien la preocupa por otro lado el estado de salubridad de algunos de estos ejemplares, ya que afirmaba también que “tienen muchas garrapatas y la mitad no tienen chapas de identificación, son como reses asalvajadas”.

Estas vacas cuyo origen aún no se sabe con exactitud, pese a los esfuerzos del consistorio en colaboración con algunas autoridades para dar con sus dueños, están causando el caos en la vega que se encuentra en la parte más oriental de este pequeño pueblo de la Alpujarra almeriense que se encuentra a 1.258 metros de altitud, siendo el municipio más alto de la provincia de Almería.

La situación que viven en esta localidad de alrededor de 300 habitantes se hizo mediática desde que este jueves, 3 de febrero, saliera publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) un edicto del Ayuntamiento de Bayárcal, en el que Navarro, hacía saber que “desde primeros de octubre de 2021 y hasta la fecha, hay dos grupos de vacas que están pastando en el monte público de Bayárcal, declarado Parque Natural de Sierra Nevada, sin autorización, ni custodia, adentrándose en la vega del pueblo y causando numerosos daños”.

Ante la dificultad de poder identificar a los propietarios de todos estos animales, desde el consistorio de este rincón alpujarreño, se ha solicitado a los mismos “que se personen en las dependencias del Ayuntamiento de Bayárcal para su correcta identificación y que asuman los gastos derivados de los daños y perjuicios ocasionados”. 

La presencia de estas vacas fue detectada ya por ganaderos y vecinos de la zona hacia el pasado mes de octubre, cuando se identificó un primer grupo que pastaba por el ámbito del Puerto de la Ragua, con unas 40 cabezas, y otro en la zona este de la localidad almeriense, con 60 ejemplares más que han divagado sin control por los montes desde entonces.

Ayuda del Seprona

Ya el pasado 14 de enero, el consistorio bayarquero publicaba en sus redes sociales que, gracias a la ayuda de los agentes del Seprona, que hicieron un seguimiento de los citados animales con un dron, se ha podido estimar que las vacas pudieran venir de la provincia vecina de Granada, más concretamente del entorno de pueblos como Laroles, Huéneja o Dólar.

Este asunto, que trae de cabeza al Ayuntamiento de Bayárcal y a gran parte de sus habitantes por los desperfectos causados por las reses, ya ha sido puesto en conocimiento de las diferentes autoridades, tanto ante la Delegación Territorial de Agricultura de Almería como la de Granada, dándose parte también a la dirección del Parque Nacional de Sierra Nevada, la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Canjáyar, a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, Subdelegación de Gobierno y al Seprona, siendo vital la colaboración en este caso de la Guardia Civil para identificar inicialmente a uno de los posibles propietarios.

Ganaderos

Mientras continúa la búsqueda de los propietarios de estas reses que pastan sin autorización, desde el consistorio bayarquero insisten en que también han estado sufriendo su presencia los ganaderos que cuentan con entre 7.000 y 8.000 cabezas de caprino y ovino, ya que escasean los pastos, por los que pagan religiosamente un canon. “Cada vaca consume por diez de esas ovejas, al final les quitan la comida”, recalca con preocupación Navarro.

Pero los problemas ocasionados por estas decenas de reses no quedan ahí. Al parecer, se ha notificado por parte de un cazador de la zona que uno de los animales se lanzó contra él y sufrió varias heridas en su huida para evitar la agresión del animal, siendo otro motivo más para que el consistorio haya puesto en marcha un protocolo legitimado mediante Real Decreto para la captura y custodia de las vacas de hasta 400 kilos de peso para vigilarlas hasta que aparezcan sus propietarios tras cuatro meses sin preocuparse por ellas.