El futuro en Las Tres Villas se torna más esperanzador que nunca gracias a la residencia para personas mayores y personas dependientes que, al fin, abrirá sus puertas a inicios del año 2022. Este centro, situado en Ocaña, tendrá 80 plazas, la mitad destinadas a personas mayores y la otra mitad a personas dependientes.
Además, contará con 4.000 metros cuadrados y estará dotado de una zona exterior urbanizada de 2.750 metros cuadrados, destinada al paseo y recreo de los usuarios. La Diputación de Almería ha colaborado con este proyecto a través del Área de Asistencia a Municipios, ahorrando al Ayuntamiento de Las Tres Villas más de 300.000 euros.
Es un proyecto ambicioso que supondrá una importante mejora en los servicios que el municipio ofrece a sus vecinos. Tal y como afirman desde la corporación municipal, “gracias a esta residencia se conseguirá fijar algo de población en el municipio e, incluso, atraer personas que nos ayudarán a frenar la despoblación. No solo repercutirá en Las Tres Villas, sino en toda la comarca, porque es un centro grande con capacidad para abarcar usuarios de otros pueblos”. La residencia estará dotada con un restaurante que está a disposición de cualquier persona que quiera regentarlo.
Recuperando la actividad
Una vez que la pandemia está dando una tregua, el municipio está volviendo a llevar a cabo algunas actividades que se estaban desarrollando antes. Una muy representativa eran las Fiestas de Moros y Cristianos que se celebran en Ocaña y que se habían recuperado solo dos años antes de la pandemia tras más de dos décadas sin interpretarse. Se creó, incluso, una asociación cultural para su correcto desarrollo y organización, pero todo se paró de golpe hasta ahora.
El futuro a corto y medio plazo se atisba, por tanto, con optimismo por diversos motivos en este municipio formado por los núcleos de Doña María, Escúllar y Ocaña, y es que esa residencia hará que la zona se convierta en uno de los epicentros de la comarca.
Carlos Martínez Haro: La persona que dio su vida por salvar Sierra Bermeja
El incendio de Sierra Bermeja que arrasó parte de la provincia de Málaga en septiembre no solo trajo consigo una tragedia medioambiental, sino también humana. Carlos Martínez, bombero natural de Escúllar, perdía la vida en su afán por acabar con las llamas. Pese a residir en Aguadulce, seguía teniendo un gran vínculo con su pueblo, hasta el punto de contar con una explotación ecológica que visitaba con relativa frecuencia. La noticia de su fallecimiento, de impacto mundial, heló a Escúllar, que todavía llora la pérdida de una persona que dio todo por salvaguardar la naturaleza.
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