Combatir el miedo

Hay un discurso del miedo y verdaderos fabricantes del miedo

Ginés Parra Córdoba
01:06 • 19 nov. 2021 / actualizado a las 07:00 • 19 nov. 2021

Nos despiertan cada día con miedo, generado por mucho ruido: “Tanto ruido y al final ruido de tenazas, ruido de estaciones, ruido de amenazas, y al final ruido de escorpiones, la soledad, tanto, tanto ruido”, decía Sabina. 



Y es que, últimamente, nos movemos, en medio de bulos, fakes, videos, que se lanzan a las redes, en la mayoría de los casos sin saber su procedencia, sin contrastar cuáles son las fuentes, y la gente los rebota haciéndose virales, así sin más. Ahora toca el apagón, la falta de productos, incluso hablan de una tormenta solar. Asistimos a discursos catastrofistas, de algunos, que especulan sobre una quiebra en España, de la que no habla nadie, salvo ellos, o de un rescate a nuestro país, que en realidad, nadie contempla. Estos fabricantes del miedo hablan de sucesos violentos como si se diesen a cientos en todo el país, aunque estadísticamente se sepa que la criminalidad en estos momentos se encuentra en los mínimos de los últimos años, pero insisten hablando de MENAS, de violencia extrema, mientras niegan la existencia de las violencias homófoba o machista.



También la publicidad, en cierto modo engañosa, se encarga de decirnos si en un barrio han robado o le han entrado al vecino, para que no dudes en colocar una alarma. Así no recordamos si luego era una noticia o publicidad, dónde lo vimos o si alguien nos lo contó.



Hay un discurso del miedo y verdaderos fabricantes del miedo. Y ante ello, deberíamos preguntarnos ¿quién quiere que tengamos miedo y por qué?



El ultimo bulo del que todos hablan es el gran apagón, sin embargo la Presidenta de Red Eléctrica; Beatriz Corredor, afirma categóricamente que NO puede haber tal apagón, dijo: “Tenemos un sistema que hace muy imposible que se pueda producir un apagón de esa naturaleza,  no deben de tener miedo porque en ningún caso se va a producir en nuestro país”. Aun así, estos sicarios del mal tratan de exagerar la sensación de riesgo y generar más miedo sin razón alguna y multiplicarlo.



Este miedo que generan no es solo psicológico, es un miedo casi físico. Los fabricantes del miedo pretenden crear una inseguridad económica y de otros tipos, que persigue paralizarte, refugiarte en ti mismo y aislarte de los demás, para así erigirse ellos en los únicos salvadores, de una inseguridad que no existe y fabricarnos una antipolítica consistente en deteriorar y erosionar la confianza para que triunfe la teoría de la conspiración. Este tipo de alarmas siembran desconfianza, hablan de destrucción y de privación, La cultura del miedo hay quien la emplea como un arma política, que hace que no se discuta nada porque está basado en el miedo, en el terror que paraliza todo. La comunicación en las redes sociales contribuye a este tipo de conspiraciones, de avisos sin fundamento, genera que mucha gente perciba cierta información que son, si acaso, medias verdades, que construyen una gran mentira. Y alguna gente lo maneja como una información que han oído, que alguien les ha dicho, pero que nadie contrasta y la dan por cierta, buena y verdadera y contribuimos, erróneamente a su difusión.



Los medios de comunicación, veraces y serios, tienen una responsabilidad para contarlo, tienen que contribuir a pararlo, aunque algunos se dediquen a lo contrario. La información en general está contaminada con apariencia de noticias, con formatos de aparentes artículos de medios que no existen. Recibes imágenes e informaciones falsificadas, que es muy difícil distinguir si son reales, por eso, la información veraz debe combatir por los mismos medios, por los mismos canales, por donde circulan esas fakes.



Hablamos del miedo como emoción, una emoción que nosotros mismos tenemos que controlar y cortar, y que hay que combatir, de forma serena, con explicaciones basadas en datos y en elementos científicos y no contribuir a alimentar ese tipo de emociones, nosotros cada uno debemos ser activos en deshacer el miedo, con verdad. “Para el que tiene miedo todo son ruidos”, las personas más vulnerables, los que más tienen que perder más sufren este miedo, por ello somos todos responsables de combatirlo. Tenemos que perder ese miedo absurdo y como decía Rosana: “… jugando con los duendes, abrigándote el camino, haciendo a cada paso lo mejor de lo vivido, mejor vivir sin miedo, sin miedo”.


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