A quién pertenecen los recuerdos del Walili

Cuando un problema deja de virsualizarse, ya no es un problema. Han pasado 48 horas y ya nadie se acuerda del Walili. Ni siquiera el ruidoso SOC. Hace solo unos días, un subsahariano de Ghana, calentaba allí té en un infiernillo, otro de Malí, que cada mes enviaba cien euros a su familia,soñaba por las noches en el camastro con volver; ya no existe El Walili y Almería sigue igual que cuando existía el Walili. Qué habría relatado Goytisolo de ese poblado. Probablemente hablaría de los desheredados de la tierra, de los hijos de Ghandi. Pero yo creo que  en El Walili, donde nunca llegó el algoritmo, los adjetivos estorbaban. Es lo único que tienen (tenían) en común Río y Almería: el Walili, como una eterna favela al lado de las arenas del Cabo. A quién le importa (importaba) realmente el Walili, si no son de nuestra sangre, sean sinceros. ¿Ha sido como un festival de Almería Postureo? Walili dice el Dios Google -ya no citamos la Larousse- es una palabra árabe que significa un estilo de vida vinculado al amor; Walili también es una ciudad antigua marroquí al norte de Mequinez famosa por sus ruinas romanas. Hay restos  romanos que se asemejan a esas chabolas de 5 metros de palés y plástico de invernadero. Pero ya no están. Ahora solo hay cenizas y cicatrices. Las cicatrices del Walili. A quién le importa ahora el Walili tras los hechos consumados. Nadie quiere ver los Walilis de Almería -quedan aún más de 40- más allá de periodistas de Madrid buscando el Pulitzer. A quién pertenecen los recuerdos del Walili, esa ciudad precaria y silenciosa donde solo llegaba el agua una vez a la semana. Esperanza ha sido valiente, porque el Walili solo era épica para hacer grandes reportajes pero no  para la huerta de Europa (que no sería posible sin esos morenos del Walili); la alcaldesa ha hecho lo que debía. No se puede criticar lo que se veía allí y luego intentar paralizarlo porque no se ha avisado. Hace dos años que se viene avisando. Ya no existe El Walili, el barrio más pobre del municipio más pobre, según el INE. Hay aún 7.000 temporeros en otros Walilis almerienses. Esto debería haber sido solo el comienzo de una buena obra para eliminar del invernadero su flanco más débil.