El mundo del motor, en Feria, se mide por la nostalgia y no por el tamaño

El mundo del motor es parte fundamental, e incluso ya una tradición, del programa de Feria que se realiza cada año en Almería. Distintas propuestas, a dos o cuatro ruedas, que se han convertido en un clásico de las fiestas en honor a la Patrona de Almería, la Virgen del Mar.

En este sentido, al igual que estas propuestas, clásicos fueron los coches que se pudieron ver expuestos ayer en el Paseo de Almería; vía principal del centro que, ejerciendo de ‘sala de exposiciones’ de los SEAT 600 y los Mini Cooper; cada año hace de nexo de unión entre la Feria, con sus ambigús de Mediodía y el ambiente de diversión, y el mundo de las cuatro ruedas. Propuesta que en esta edición contó con más de cincuenta coches, entre la treintena de 600 y alrededor de veinte Mini Coopers.

Viaje a la nostalgia
Tanto el 600 como el Mini son modelos que todo el mundo recuerda con cariño. “¿Quién no ha tenido un 600 en su familia?”, se pregunta por ejemplo Manuel Egea Fenoy, presidente de la Asociación ‘Amigos del 600’.

Coches ahora clásicos que fueron los más populares en España en los años 60 y 70 y que muchos restauran hoy en día para que puedan volver a salir a la carretera. Y es que “tuvieron mucha aceptación en su época”, apuntaban desde el Club Mini Cooper Almería sus miembros.