El levante vive el ‘Día de la Vieja’

Partir la vieja, también llamado ‘Día de la Vieja’, es una fiesta tradicional de muchos pueblos del levante almeriense aunque no es solamente este rincón el que celebra dicho día festivo. Se tiene conocimiento de municipios de Málaga, Valladolid, Cataluña, Levante español, otras zonas también de España, incluso en Francia se celebra la llamada pic-nic de la mi-curéme de la mitad de la cuaresma.

Esta fiesta campestre data del siglo XVII. La Iglesia en aquellos años era dura durante la cuaresma, ya que quería que ésta fuera lo más parecida a los cuarenta días y cuarenta noches que Jesús estuvo en el desierto y ante esa dureza los pueblos se revelaron y consiguieron que se pusiera un día de Acción de Gracias donde se partía la cuaresma y de ahí la expresión partir la vieja cuaresma. Es curioso que la vieja sea la única fiesta de Andalucía no representada por ninguna advocación santoral, sino por una figura pagana, la Vieja, aunque tiene ecos religiosos.

Hay estudiosos que creen que la vieja hunde sus raíces en las fiestas de primavera que celebraban en la antigüedad las civilizaciones mediterráneas: etruscos, griegos o romanos donde el invierno, estación dura y gris, presiente a la primavera, el clima se suaviza y las gentes salen al campo para darle la bien venida y partir “la vieja” estación.

Cruz de caña y papel de seda
La vieja es construida sobre una cruz de madera o caña a la que se le pegan bolsas de chucherías y se recubre todo con papel de seda de colores y pintados para que parezcan una vieja con pañuelo, moño y delantal. A la hora del postre las apedrean esparciendo las chuches y cantando. Una de las canciones que suelen cantar los niños es la siguiente:

La vieja remonona / qué triste que está / pensando en la paliza / que le van a dar / le tirarán del moño / también del delantal / y muchos caramelos /ésta nos dará.

Otra tradición es volar los ‘tragones’ que son cometas también elaboradas con cañas y papel de seda de colores.

En dicha fiesta campestre se degustan productos típicos de la zona como tortilla de patatas, torticas de bacalao, carne empanada, habas, embutidos, arroz con leche, etc, así como un dulce típico de esta fiesta, que se denomina ‘hornazo’ y que consiste en un bollo de forma alargada que está hecho de bizcocho con mucha azúcar y un huevo duro en el centro.

Lugares típicos en cada pueblo
Cada municipio del levante tiene unos lugares típicos donde ir a celebrar esa festividad campestre.

En Antas es en el merendero del Cabezo María donde las familias se desplazan para pasar un día de convivencia.

En Cuevas del Almanzora nació como una jornada de hermandad con connotaciones religiosas, ya que fue promovida por una comunidad de franciscanos de la ermita de San Diego en el Calvario a fin de hacer llevaderos los sacrificios de la Cuaresma. Sitios típicos en el municipio cuevano son la Mina de los tres Pacos, la Hoya, Calguerín, Cirera, los Cocones, zona del pantano, Fuente Álamo, el Zorzo, Las Herrerías, Villaricos o el bosque de Palomares.

En Carboneras los lugares de referencia son la playa del Algarrobico, rambla del río Alías, la cueva del Pájaro o el Saltador.

En Mojácar se suele acudir a Cortijo Cabrera, playa Macenas, la Carrasca, los Murtales, Huerta Seca o el Sombrerito.

En Pulpí los lugares elegidos son el cerro de los Pinos o la playa de Terreros.

La localidad de Garrucha también se queda prácticamente vacía sobre todo a partir del mediodía, dirigiéndose a sitios típicos como la Cañada Flores, Cabezo de la Pelea, la playa, Río de Aguas o las Alparatas.

En Turre, que se considera que puede tener su paralelo con la fiesta de San Marcos o Jueves Lardero de otras zonas, se celebra en las Alparatas, la playa de Mojácar y Sierra Cabrera.

En Vera, como en el resto de pueblos limítrofes, se celebra el jueves que parte la Cuaresma y se suele acudir al Palmeral, la Ballabona y Puerto Rey. También se han ampliado los lugares típicos y en la actualidad se desplaz