Yllana y Bul Bul: Percusión para morirse de risa

La percusión da risa en manos de la compañía Yllana y del performer Bul Bul. Mucha risa para todos los públicos, lo que en este caso, supone un mérito al alcance de muy pocos.

La avalancha de incontables ritmos diferentes y el uso de recursos tecnológicos de vanguardia sonoros hacen a este espectáculo na pieza de gran interés, que puede ser interpretada desde muchos puntos de vista distintos,todos ellos una altísima valoración. En la noche del pasado viernes, la Plaza de la Catedral registró un lleno importante, fruto posiblemente del éxito de las anteriores citas con Yllana en este excelente marco.

Pero en este ocasión fue distinto, porque el espectáculo Sensormen abarca un espectro tan amplio, que no deja ninguna faceta por atender: música, teatro, animación y exhibición tecnológica. Todo, sin perder nunca el ritmo, sin dejar de interpretar.

La incontable lista de ritmos diferentes, la mayoría de ellos perfectamente identificables, aportan una poderosa caracterización de los diferentes números. A partir de ahí, la capacidad de hacer reír de Yllana y eltrabajo de los intérpretes, consiguen hacer realidad el siempre complicado milagro de que el público lo comprenda todo desde el primer gesto, desde el primer compás.

Al final de cada pasaje el público esperba otra sorpresa, otra descarga de genialidad más poderosa.
El secreto de Yllana sigue siendo esa capacidad de crear una lógica propia sobre el escenario, a partir de la cual todo encaja, todo puede desencadenar la carcajada, cuando no la sorpresa o la admiración. Da igual que sea un estrafalario cuadro flamenco que termina dando caña electrónica sin nada que envidiar a la sala de baile de ambiente más intenso, o unos monjes del siglo XXI tocando las campanas utilizando unos haces de luz.

El secreto de Yllana

El talento de los actores-músicos pudo ser apreciado en toda su dimensión con independencia de las descargas de hilaridad del guión. Por eso, Sensormen convence y seduce a todos los públicos imaginables. Porque no cae en el error de confundir originalidad e innovación tecnológica con inexplicables planteamientos formales ni con  infumables desarrollos teóricos.  Por todo eso, la compañía se vio obligada a ofrecer un par de números de propina, con todo el público apludiendo en pie.

La compañía Yllana ha vuelto a convencer un año más al público almeriense en la Plaza de la Catedral, gracias a un espectáculo gratutito que supera en creatividad y calidad interpretativa a la mayoría de los que se han podido disfrutar en Almería a lo largo de todo este año, previo pago de la entrada. Puede que esto sea un buen motivo de reflexión...