Un minuto de silencio y dos claveles rojos por las represaliadas del franquismo

Un minuto de silencio y dos claveles rojos por las represaliadas del franquismo

Marta Rodríguez
18:07 • 14 sept. 2012

Los mejores homenajes, los más auténticos y sentidos, son esos que no se preparan. Son esos que surgen y se improvisan. La presentación del censo digital ‘600 mujeres. La represión franquista de la mujer almeriense (1939-45)’ se convirtió el jueves por la noche en un emotivo acto en recuerdo de aquellas que fueron procesadas y perseguidas por la dictadura durante la posguerra en la provincia. Un minuto de silencio y dos claveles rojos cobraron de repente todo su significado y, entre el público, hubo quien tuvo que contener la emoción.


La sede del Instituto de Estudios Almerienses (IEA), en la Plaza Julio Alfredo Egea de la capital, llena hasta la bandera, sirvió de escenario para dar a conocer este valioso trabajo de los investigadores Eusebio Rodríguez y Juan Hidalgo y publicado en formato digital por este organismo dependiente de Diputación.


En concreto, fueron 637 las almerienses procesadas entre 1939 y 1945. “Durante la República la mujer sintió un hálito de libertad gracias a la conquista de derechos como el hecho de poder votar. Todo eso fue borrado y reprimido por el franquismo, pero es que sus tropas no llegaron a la provincia hasta marzo de 1939 y fue entonces cuando fueron perseguidas por ser esposas de huidos o de condenados. Pocas estaban en la cúspide política”, apuntaron los autores. Así las cosas, la mayoría de ellas fueron acusadas de excitación a la rebelión y sólo 22 resultaron condenadas a cadena perpetua.




En este sentido, Juan Hidalgo relató el caso de María Borrás Philips, odontóloga de la calle Reyes Católicos que fue encausada porque su marido era dirigente político de la República y condenada a reclusión perpetua. “Le quitaron todas sus propiedades. Ella constituye uno de los pocos casos de mujer pudiente represaliada, la mayoría eran pobres y acabaron en la cárcel de Gachas Colorás”, dijo.


Eusebio Rodríguez, por su parte, expuso el trágico destino de Encarnita Magaña, la única fusilada por un delito de terrorismo, cuando en ningún caso utilizó la fuerza para difundir el periódico ‘Calpense de Gibraltar’, conseguido de forma clandestina.




En la Red y en CD
Esta valiosa herramienta de investigación se podrá consultar a través de Internet en la página web www.iealmerienses.es. También se ha editado en formato CD dada la elevada extensión del trabajo y está a la venta al precio de cinco euros.


El historiador José Ruiz fue el encargado de presentar a los autores, junto al jefe del Departamento de Historia de la institución, José María Verdejo. El director del IEA, Rafael Leopoldo Aguilera, presidió el acto y, al término del mismo, pidió a los asistentes que se pusieran en pie y guardasen un minuto de silencio por “el eterno descanso de todas aquellas mujeres que sufrieron por defender la libertad”. Esto, unido a los dos claveles rojos que estuvieron sobre la mesa arropando la publicación, confirió un matiz especial a la velada.





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