El nuevo dueño de TPM prevé invertir 25 millones para crear 200 empleos

Morera&Vallejo, el grupo industrial sevillano que adquirió a principios de año TPM  (Torres, Plastimer y Macresur), ha anunciado una inversión de 25 millones de euros para crear 200 nuevos puestos de trabajo en sus dos centros de producción en El Ejido y uno en Valencia.
El objetivo de los nuevos propietarios es alcanzar una producción de 20.000 toneladas de plástico y una facturación cercana a los 40 millones de euros.
Con este plan industrial para la empresa almeriense, Morera prevé cubrir el 50% de las necesidades de este mercado en España y volverá a convertir a TPM en el principal producto de plástico para agricultura del país.
En el ámbito internacional, Turquía es el principal país en el que la nueva TPM tendrá una importante presencia, además de otros mercados como Colombia, China, Marruecos, Francia, Alemania y Túnez.
Morera&Vallejo se configura así como una de las corporaciones empresariales más destacadas de capital andaluz con actividad en el sector asegurador, con agencias de suscripción de riesgos y consultoría. También opera en sectores de medio ambiente, asesoría jurídica, gestión patrimonial y ahora sectores industriales, agrícolas y de servicios. Cuenta con corredurías de seguros en varias oficinas andaluzas, entre ellas Almería.
Antonio Morera Vallejo, su presidente, es un empresario onubense con 30 años de experiencia en la especialidad de los seguros con una notable proyección internacional. Comenzó la carrera en Marfan y con 18 años se convirtió en el director más joven en la historia de la compañía. En 1980 creó la correduría de seguros Morera&Vallejo y en 2007 la convirtió en un hólding empresarial con sede en Sevilla.
La operación ha cristalizado en las últimas fechas tras llegar a un acuerdo los compradores con los liquidadores sobre unos flecos que tienen que ver con las cargas financieras y tributarias que tiene el fabricante de plásticos. TPM echó el cierre hace año y medio tras décadas de liderazgo en el sector del plástico. La dirección y el Comité de Empresa dieron el visto bueno a un ERE extintivo que dejó sin empleo a 153 empleados de los centros de El Ejido y Valencia.
La dirección de la empresa presentó concurso voluntario de acreedores para hacer frente a las deudas que acarreaba la sociedad, pero no pudo cumplir con el convenio fijado entre las partes para su devolución.
El origen de TPM proviene de la fusión de las tres compañías en 2001. Su época de mayor pujanza la alcanzó en 2002 cuando llegó a facturar más de 200 millones de euros con una plantilla de 600 empleados.
Entre sus accionistas figuraban, además de los propietarios de las tres firmas fusionadas, el fondo británico 3i, Caja Granada y Cajamar y la mayoría del capital, en manos del grupo Grumar.