Verza: "Si me lo pide el míster, voy y le hago la cama a Xavi"

El 3 de octubre de 2009, el mundo futbolístico hablaba del marcaje individual de Chico, central del Almería, a Xavi Hernández. Hugo Sánchez consiguió que el cerebro del Barcelona no apareciera en todo el encuentro, ya que el gaditano le persiguió durante los noventa minutos. El partido acabó 1-0 para los culés gracias a un tanto de Pedro. Ayer, en rueda de prensa, Verza recordó aquel planteamiento del Almería y, aunque piensa que no se volverá a repetir, está dispuesto a hacer lo que le diga Francisco: “Estoy a las órdenes del míster, y si me dice que me vaya a su casa y que le haga la cama, tendría que hacerlo. Recuerdo el marcaje de Chico a Xavi y jugaban diez contra diez. No creo que hagamos un marcaje tan drástico este domingo, porque tienes que vigilar a muchos, no solo a uno”.

Camp Nou Verza ya sabe lo que es jugar en el Estadio del Barcelona. Todas fueron con el Villarreal, y ahora lo hará con el Almería. Puntuar, para los equipos de la zona media-baja de la clasificación, se ha convertido en una utopía conforme han ido pasando las temporadas.
El oriolano cree que todo pasa por hacerlo todo bien, sin fisuras, sin desconcentrarse, sin tenerle miedo a los blaugranas: “Hay que ser perfecto en todos los sentidos, hasta en la suerte. Si tienes una, debes hacer gol. Estos jugadores te exigen lo mejor”.

Tata Martino En Barcelona empiezan a hablar de sustitutos para el argentino. La derrota en San Sebastián hizo mucho daño al barcelonismo, que vive a tres puntos del eterno rival, el Real Madrid. Verza no entiende tanto nerviosismo: “No lo veo normal. Está haciendo un magnífico trabajo. De hecho, hace una semana ganaron al City. En este tipo de equipos la presión es máxima y cuando pierdes, saltan las alarmas”.

Defensa-ataque Verza puso dos ejemplos de equipos que acudieron al Camp Nou con sistemas de juego muy diferentes... y ambos salieron goleados. “El Rayo fue a jugarle de tú a tú, y se vino con seis. El Levante, a defenderse, y le metieron siete. No deberíamos salir tan alegres, ni apretarles tanto arriba”, concluyó.