Los médicos del SAS desconfían del futuro y están muy desmotivados

El Sindicato Médico ha pasado un cuestionario a 84 facultativos para conocer sus expectativas

Unos médicos se lavan antes de operar. x,auto,a
Unos médicos se lavan antes de operar. x,auto,a
Carmen López
18:20 • 15 mar. 2014

El Sindicato Médico acaba de realizar un Panel de expectativas de los médicos en el que recoge el sentir de los facultativos que trabajan para el SAS en los hospitales de Almería. Y de sus resultados se extiende el desencanto y la desmotivación del colectivo.




Según expone en la introducción a los resultados, el clima laboral es una variable compleja que está determinada por diferentes dimensiones. Durante tres años consecutivos (2008-2010) han medido “el sentimiento” que se ha dado en llamar “confianza” en entornos laborales específicos propios de su actividad, hasta que comprobaron que el instrumento, diseñado para pulsar y anticipar tanto la realidad como el futuro (potenciales áreas de mejora), dejó de ser útil cuando el índice rozó, consecutivamente, el “abismo”.




Han evaluado 84 cuestionarios estructurados aplicados a médicos de distintas especialidades. El grupo estuvo representado mayoritariamente por mujeres (57%) y sólo el 33% tenían plaza titular estable; un 25% ocuparon interinidades y el 42% tenían contratos eventuales. Se trató de detectar, de entre un panel con 10 expectativas razonables, las tres más importantes. “Pretendímos pulsar las inquietudes y necesidades de los médicos con trabajo en servicio publico de salud, obtener una foto fija de lo que les motiva y de lo que anhelan”, explica una vez que dieron por descontado la improbable motivación “guiada por el salario”.

Preocupaciones Las tres primeras preocupaciones fueron por orden de citación: “mantener el puesto de trabajo o consolidación del mismo” –expectativa casi monográfica entre el subgrupo de eventuales-;  “la retribución económica”, y “el número de horas de trabajo al día”.




Por otro lado, “volumen e intensidad de trabajo”, posibilidad de “conseguir un traslado” –movilidad voluntaria- y “flexibilidad témporo-salarial” suficiente (conciliación familiar, prácticamente “una” exclusiva femenina), siguieron en frecuencia.




Los resultados de la encuesta reflejan que “cada vez más se diluye el reconocimiento y respeto por el trabajo hecho”; y “casi inexistentes fueron certificación profesional acreditada y compromiso con la empresa”.
De entre los entrevistados, el “caso tipo”, por su frecuencia, fue mujer y médico, joven o de mediana edad, sin plaza titular, con contratos variables y precarios, hijos a cargo en la mitad de los casos, que hace tres  guardias mensuales presenciales y que aspira a cierta estabilidad y poder “concilar” trabajo con responsabilidades familiares. Según Nicasio Marín, que firma las conclusiones del Panel  junto a Juana Pimentel y Ricardo Campos, “puede parecer sorprendente pero la fidelización hacia la empresa ya no está entre las expectativas de los facultativos: si no tuvieran arraigo familiar –vivienda, colegios hijos o padres mayores- ya se habrían marchado”.




Los más jóvenes -los MIR- se conformarían incluso con un contrato precario pero razonablemente estable. Hace apenas 5 años -asegura Marín-  se daba por hecho que un facultativo del servicio público no priorizaba ni retribución ni carga de trabajo, y que lo que realmente le motivaban eran “aspectos claves como desarrollo profesional, investigación, innovación o prestigio”.  Ahora esto es impensable,  dice el presidente del Sindicato Médico, que añade que “es justamente esto lo que podríamos denominar calidad, aportación de  valor que se traslada a





Temas relacionados

para ti

en destaque