Rafael Chirbes: “Escribo para salvarme y respirar, para impedir que me conviertan en lo que no soy”

El escritor valenciano presenta su última novela, ‘En la orilla’, hoy en la Biblioteca Villaespesa y mañana en la Librería Espacio Lector Nobel de Vera

Rafael Chirbes en una imagen promocional.
Rafael Chirbes en una imagen promocional.
Marta Rodríguez
12:48 • 07 may. 2014

La Biblioteca Villaespesa de la capital, hoy, y la Librería Espacio Lector Nobel de Vera, mañana, acogen la presentación del que para muchos fue el mejor libro de 2013: ‘En la orilla’, publicado por Anagrama. Así lo consideraron 56 críticos y periodistas consultados por ‘El País’. En la novela, su autor, Rafael Chirbes (Valencia, 1949), vuelve a ejercer de historiador de la actualidad. Nobel Almería y Vera organizan ambos encuentros. Esta tarde estará acompañado por el escritor Fernando Martínez López.




En ‘En la orilla’ vuelve a tratar temas tan actuales como la  corrupción política y las terribles consecuencias de la burbuja  inmobiliaria. ¿Se considera un historiador del tiempo presente?
Escribir ha sido una forma de orientarme, de abrirme paso en la maraña de las narraciones dominantes, que me parecían, además de falsas, marcadas por un interés opuesto al de quienes, desde el aislamiento en que vivo, sigo considerando mi gente. He escrito para salvarme, para respirar, para impedir que me convirtieran en lo que no soy.




¿Le resulta difícil analizar con cierta perspectiva estas  lacras sociales dado que todavía nos encontramos inmersos en ellas?
Uno no sabe si su mirada ayuda a entender el tiempo en el que vive, o si parte de un punto de vista equivocado. Siempre queda esa duda, que sólo el paso del tiempo resuelve, cuando tú ya no puedas saberlo: a mí no me gusta hablar de denuncia de lacras, me parece altisonante. Yo hablaría más bien de conocimiento. Quiero que mis novelas ayuden al lector a conocerse, que es lo mismo que conocer el tiempo en el que vivimos, de igual manera que, al escribirlas, he intentado saber quién soy yo y qué lugar ocupo en el mundo.




¿Considera que sus obras pueden llevar a despertar en el  lector la crítica y la reivindicación social?
El conocimiento es una forma de intervención social: poner en cuestión las milongas que te cuentan, descubrir los mecanismos del poder y sus intereses te convierte en un disidente del que hay que desconfiar. El poder siempre busca poner a los escritores a su servicio, quitarles el mordiente, amansarlos; o, si no puede con ellos, callarlos como sea, aunque la literatura no moviliza masas, sí que interviene humildemente en la formación del gusto (o sea, de la ideología) de los lectores.




Acaba de recibir, por segunda vez, el Premio Nacional de la  Crítica y de esta forma entra en ese pequeño y selecto círculo de autores que lo han ganado en dos ocasiones como Mario Vargas Llosa y Juan Marsé. ¿Le  hace especial ilusión por la independencia que se atribuye a la Asociación Española de Críticos Literarios?
Me enorgullece haber recibido un premio en el que un jurado independiente y de prestigio ha elegido mi libro, sin que yo lo supiera, ni me presentara a competir con nadie. Estoy muy contento y desde aquí expreso mi agradecimiento a los miembros del jurado por la generosidad con la que han leído ‘En la orilla’. En cualquier caso, los premios ayudan a prolongar la vida de una novela, pero no la sostienen: una novela tiene la obligación de sostenerse sobre sí misma, sobre sus propias fuerzas. Todos sabemos de libros muy premiados que hoy nadie lee y de otros que no merecieron atención y hoy nos fascinan. Una novela es una apuesta de (incierto) futuro.




¿Qué libros tiene sobre la mesa de noche Rafael Chirbes?
Esta noche terminaré ‘La hora violeta’, un precioso libro de Sergio del Molino y ayer concluí ‘Los filántropos en harapos’, una magnífica novela obrera que ha publicado la editorial Capital Swing, cuyo proyecto de reconstruir la memoria de los de abajo me parece loable e imprescindible.






Temas relacionados

para ti

en destaque