La Junta se lía con el Plan de Empleo Joven

Carlos Sánchez
23:45 • 14 nov. 2014

El refranero español nos dice que las prisas no son buenas consejeras y desde luego esa premura, sumada a la desorganización, la mala gestión y la pésima planificación es lo que ha hecho que el Plan de Empleo Joven de la Junta de Andalucía para la contratación de parados menores de 30 años sea, a día de hoy, un despropósito que ha llevado a casi 80 jóvenes a renunciar a sus contratos.


Este Plan está impulsado por fondos europeos y por el Gobierno de España y aunque en principio su objetivo era loable, ya que iba a ofrecer la oportunidad de trabajar a miles de jóvenes, la realidad es que, como casi todo lo que pasa por manos de la Junta se ha convertido en un sinsentido.


Un caos que empezó en el momento en el que la Junta pidió criterios diferentes para desarrollar el Plan de Empleo Joven, en el que había que inscribirse, y el Plan de Empleo + 30, donde no era necesaria ninguna inscripción, bastaba con ser demandante de empleo. Esto demuestra dos cosas: primero que el gobierno andaluz no tiene un criterio único para acabar con el desempleo en Andalucía, una región donde se dan las tasas más altas de toda Europa, por encima del 35%, lo que se traduce en más de 1,5 millones de parados. Y segundo, queda claro que la propia Junta se ha dado cuenta de que el procedimiento de contratación para el Empleo Joven ha sido un caos y lo ha modificado para el siguiente plan.




Pero el mayor error que han cometido es que la Junta no ha provincializado las solicitudes y se están dando casos tan inverosímiles como que a un arquitecto de Huelva lo manden a trabajar a Almería, asumiendo de su bolsillo los gastos de transporte, vivienda, etc…, lo que les está obligando a que, con toda la impotencia del mundo, tengan que renunciar a sus contratos porque el sueldo cubre esos gastos y poco más. ¿Tan difícil era contratar a desempleados en su propia provincia? Sobre todo cuando muchos jóvenes almerienses, cumpliendo con los requisitos exigidos a través de la convocatoria de la Junta, han sido excluidos y continúan aún en las colas del paro. ¿No había arquitectos, aparejadores, médicos o topógrafos almerienses? Queremos parados almerienses para los puestos de trabajo de Almería, ¿tan difícil es de entender? Para los que no se bajan del coche oficial seguro que sí. Y mientras tanto, miles de jóvenes que tenían puestas sus esperanzas en esta oportunidad de empleo ven como se juega con sus ilusiones.






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