El fin de la renta antigua en enero asfixia el comercio tradicional

La moratoria acaba en 2014 y los comerciantes tendrán que renegociar contratos o desalojar locales

Calle Las Tiendas (Almería)
Calle Las Tiendas (Almería)
Javier Pajarón
21:39 • 17 dic. 2014

La familia firmó un contrato de arrendamiento para montar un negocio tradicional en el centro de la ciudad hace décadas. La renta antigua le permite conservar la actividad dignamente, mantener puestos de trabajo y competir como pequeño comercio en un lugar estratégico como el casco histórico. Sin embargo, para esta familia el 1 de enero de 2015 supondrá un auténtico apagón.





La moratoria de 20 años para la continuidad de la renta antigua (Ley de Arrendamientos Urbanos), suscrita por el gobierno socialista de Felipe González, se extingue con las campanadas de 2014 y los comerciantes que no hayan alcanzado un nuevo acuerdo con los propietarios quedarán abocados al desalojo.





Las asociaciones de comerciantes y autónomos calculan que 250.000 empresas en toda España están sometidas a la extinción de la moratoria y deberán asumir una renegociación de las condiciones de alquiler con precios, con frecuencia, al alza.





En la comunidad autónoma se han constituido varias plataformas ciudadanas para reclamar una nueva moratoria de cinco años (vigente para casos de traspaso). La más conocida es la iniciativa No al cerrojazo, puesta en marcha por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos.




Ayer se presentó en la provincia de Almería una plataforma similar canalizada por el despacho de abogados Martínez-Echevarría, Pérez y Ferrero. Según explicó el letrado Javier Gutiérrez Jerez, socio del bufete, “las afectadas son en su mayoría empresas de carácter familiar, pequeñas y medianas empresas con una media de cuatro o cinco trabajadores con una edad superior a los 40 años”. Por eso, “se va a producir una ruptura del mercado” con alquileres que, en algunos casos, se triplican.





El despacho ofrece un servicio de asesoría y pretende agrupar las pequeñas plataformas para reforzar la defensa de los comerciantes afectados. “Muchos desconocen todavía su situación”, explica Gutiérrez Jerez.




Incidencia




De hecho, el propietario no tiene obligación de informar de la extinción y, como el contrato no se renueva automáticamente, los comerciantes pueden toparse con una desagradable sorpresa en Año Nuevo. Además de estos letrados, otras entidades y asociaciones de mediación trabajan ya en el conflicto.



En los municipios de Almería los problemas se concentrarán previsiblemente en calles emblemáticas, cascos antiguos y barrios históricos con negocios tradicionales (contratos anteriores a 1985).



No hay cifras oficiales de afectados ni estadísticas sobre cuántos han conseguido ya renegociar con éxito. Según la  Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, más de 300.000 personas de edad media avanzada, se verán condenadas a la pérdida de su puesto de trabajo.



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