Se le nota enamorado de la plantilla

Lo que a Francisco se le daba bien por juventud, a JIM por haber cumplido los cincuenta. Miren, el entrenador almeriense tenía una buena conexión con el lado futbolístico de sus hombres pero iba corto de experiencia. A JIM todo lo contrario y el jugador ya lo percibe.

Cuando habla el actual técnico del Almería se le ve la muleta y la faena de aliño ante situaciones complicadas. Apuesta por el idilio con sus futbolistas. Se le nota muy enamorado de ellos y reparte elogios por doquier a derecha e izquierda.

El alicantino con más Mili que Francisco sabe tocar las fibras del jugador. Al almeriense ya le llegará su hora, pero saben los técnicos pasados y presentes que el amor pasa si llegan los malos resultados. Aquí no vale con decir ¡¡¡TE QUIERO!!! cada día. El amor hay que vivirlo cada semana en la clasificación.

Cada día tengo más claro quién manda en el fútbol. Los entrenadores son meros motivadores, psicólogos por encima de todo, ya que en Primera División llegan los jugadores con la lección aprendida.

Lo de tener una flor en el culo. Lo de una buena racha de marcadores. Lo de tratar con cariño y la mano dura son de otros tiempos. Caparrós como el más veterano o Djukic como el que menos partidos gana, están en manos de sus jugadores.

A JIM lo van a salvar sus futbolistas. Su nuevo contrato está en las botas de Hemed y en los guantes de Julián. Vivirá de la raza de Soriano y de la explosión de los Jonathan o Wellington. Ah, se me olvidaba: y de la relación con los capitanes.

Estoy tranquilo, más tranquilo con JIM que con Francisco, no por sus capacidades que jamás compararé, es solo por la MILI que es muy importante a la hora de hablar al profesional. Hoy en la Liga de las Estrellas tirar de galones no significa echar cataplines al asusto: es solo saber llevar la situación.

Le llevo 6 años de Mili a JIM y seguro que cuando lea esto entenderá lo que le quiero decir. Llevo toda mi vida hablando con entrenadores de todo tipo de técnicas y tácticas y todos terminan diciendo aquello de: “a mí me harán bueno mis jugadores”.

No hay secretos en los banquillos. El único aval es la victoria. El clavo ardiendo al que todos se aferran.

JIM viene del barro de bajar con el Valladolid y se dejará el alma por salvar al Almería para pintar su hoja de servicios de azul.

Sabe JIM que esto es un matrimonio y a él le toca querer y si encima le quiere y le responde: es que hay amor.