El hombre del cine que hizo indaliano a Conan

Fallece José Antonio Sánchez, veterano maquillador que trabajó en Almería en una veintena de películas

Los Indalos rojos en la cara del personaje de Schwarzenegger, con él en el centro.
Los Indalos rojos en la cara del personaje de Schwarzenegger, con él en el centro.
Javier Adolfo Iglesias
17:37 • 25 ene. 2015

Pocos conocen en Almería a José Antonio Sánchez, pero él la amaba hasta el punto de hacer que Conan se convirtiera en 1981 en indaliano. Sánchez falleció la semana pasada en Madrid, donde nació en 1940.  




Aunque ganó cinco premios Goya  y estuvo nominado el doble de ocasiones, Sánchez hizo tantas películas, alrededor de trescientas, que ni siquiera en la Academia y en las páginas profesionales se citan la mayoría. Sánchez se encargaba de la sangre, las heridas, las arrugas, los monstruos, el paso del tiempo...era maquillador. Comenzó en las producciones norteamericanas de Samuel Bronston de la mano de su padre, también maquillador y  se jubiló en 2009 tras haber sido el responsable de las caracterizaciones de “El día de la bestia” (1996)  o “La gran aventura de Mortadelo y Filemon” ( 2003). 




18 películas en Almería
En nuestra provincia José Antonio Sánchez trabajó en 19 películas y sin embargo jamás fue invitado siquiera a dar una charla en los últimos años de recuperación de nuestra historia del cine. La primera fue  “Saul y David”, en 1962, a la que siguieron “El Salvaje Kurdistan”, “Como gané la guerra”,  “Cuatro Cabalgan”, “Shalako”, “Patton”, “Catlow”,  “Viaje con mi tia”, “Los tres Mosqueteros”, “El Viento y el Leon”, “Marcha o Muere”, “Conan el Bárbaro” , “Solarbabies” y “El Pajaro de la Felicidad”, entre otras.  Sánchez caracterizó en Almería, entre otras muchas estrellas, a Sean Connery, John Lennon, Maggie Smith, Yul Brinner o Arnold Schwazenneger.  




El Indalo y Conan
Por eso, cuando Sánchez volvió a Almería en 1981 al rodaje de la película de Millius, él ya tenía a Almería un inmenso cariño. Tanto que cuando el jefe de arte le pasó unos extraños dibujos y símbolos que tenía que pintar sobre la cara del actor protagonista, José Antonio “coló” el famoso indalo en color rojo para que destacaran. Luis García Matilla, amigo y compañero en “Cómo gané la guerra” recuerda de Sánchez: “Cuando los  norteamericanos comenzaron a darse cuenta de la  valía de los profesionales españoles, fue de los primeros en sustituir a los  extranjeros y ocuparse de las grandes estrellas de Hollywood. Su carácter abierto y espontáneo le granjeó a lo largo de su vida el afecto de todos los que hoy sentimos profundamente su pérdida”. 




Lennon, de paseo Durante años, creí que las que la nariz pelada que el Beatle lucía en la película rodada en Almería era fruto del sol de nuestra tierra. Sin embargo, no fue así, era fruto del trabajo de Sánchez. En “Juan & John” cuento que John tuvo que ser “blanqueado” primero para luego ser puesto de moreno. “John se escaqueaba del sol y desaparecía. A menudo había que ir a buscarlo porque se metía en todos los sitios donde hubiera sombra”, recordaba. Su relación fue estrecha con el músico, se hicieron varias fotos e incluso llegaron a salir por la ciudad  una noche, me contó. “Le chocó que la gente se saludara por la calle, que todos parecían familia. Nadie le reconocía por la calle”.




Francisca, esposa de Sanchez, y su hija han continuado en Almería la saga profesional y han trabajado como maquilladoras en “Exodus” y “Clavius”, películas bíblicas como  “Saúl y David”, la primera que trajo a Almería en 1962 al gran maquillador ahora fallecido. 




 





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