El Gobierno veta las prospecciones por el riesgo ambiental y pesquero

Los proyectos Chinook para la búsqueda de gas natural en el Mar de Alborán suspenden el examen ambiental. El Ministerio de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente (Magrama) veta las prospecciones tras calificar como “desfavorable” el estudio de impacto ambiental presentado por la promotora de las prospecciones, CNWL Oil España, filial de una multinacional de núcleo canadiense.

El Magrama rechaza la recopilación de datos geológico mediante una técnica conocida como “sísmica en 3D”, basada en la emisión de ondas acústicas. Estas ondas penetran en el terreno y permiten determinar la composición del suelo con su comportamiento. Aunque la promotora, autorizada por el Ministerio de Industria, consideraba viable el proyecto, el informe ambiental ofrece dudas sobre los daños potenciales al ecosistema de Alborán, desde el Estrecho de Gibraltar hasta el Golfo de Vera.

Según el informe del Magrama, los análisis de las prospecciones de gas apuntaban a serios riesgos para los caladeros y el ecosistema de Alborán. La lista de detractores incluye a asociaciones ecologistas, cofradías y federaciones de pescadores de varias provincias andaluzas y Junta de Andalucía.

Sobre los problemas para las capturas, la CNWL Oil reconoce “un impacto moderado”, pero considera viable la ejecución de los trabajos. Sin embargo, el informe revela el rechazo de las cofradías, de los ecologistas y de la Dirección General de Recursos Pesqueros de la Junta de Andalucía.

Además, la propia Subdelegación del Gobierno en Almería considera “necesario disponer de datos sobre las repercusiones en las capturas de especies pelágicas” y planteaba a “posibles compensaciones que pudieran reclamar las cofradías de pesca de los puertos afectados” por la investigación de hidrocarburos.

Por su parte, la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras considera que “los proyectos de prospecciones sísmicas, son incompatibles con el Plan Estratégico Nacional del Fondo Europeo para la Pesca en su apuesta por mejorar el medio ambiente marino y reforzar su protección, contradiciendo sus principios estratégicos”.

Un estudio emitido por la asociación Oceana ya reveló este años riesgos para capturas de sardina, boquerón, atún, gamba y calamar, entre otras especies presentes en la franja marina aludida.

En este contexto, Medio Ambiente decide frenar el proyecto Chinook, con licencia para cinco puntos de exploración desde 2010 (el Ministerio de Industria hizo pública la paralización de la iniciativa hace diez días). Pesa en esta decisión la presencia de caladeros y, al mismo tiempo, los riesgos para el ecosistema marino.

El informe emitido por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente hace un recorrido por las alegaciones de las asociaciones y federaciones concernidas. La mayoría apunta a un peligro para especies protegidas en Alborán. Según el Magrama, “el ruido submarino puede provocar a estos cetáceos daños físicos (pérdida de audición, estrés crónico, hemorragias internas, etc.) e incluso la muerte”. Y añade que “los peces óseos son particularmente vulnerables a los sonidos intensos debido a la existencia, en la mayoría de ellos, de una vejiga natatoria llena de aire”.

Las prospecciones de hidrocarburos han estado salpicadas de polémica, desde las perforaciones en las Islas Canarias, con fuerte rechazo de las autoridades locales, hasta los temblores de Castor en el levante (Tarragona-Castellón). En Andalucía, el Parlamento regional aprobó una declaración contra las prospecciones a principios de verano y antes una norma contra el uso del fracking, una técnica de perforación del terreno mediante fractura hidráulica. “Andalucía será un territorio libre de fracking”.

Este mes de octubre, al contrario que Chinook, el Magrama ha dado luz verde  a la adquisición sísmica del área de Casablanca, frente a las costas de Tarragona, y al sondeo exploratorio Fulmar-1 y Pelícano-1 en el Cantábrico.

En el Mar de Alborán hay dos líneas de trabajo sobre hidrocarburos. La más reciente es Chinook, iniciada durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La más actigua, con presencia de Repsol, es Sirocco y consiguió los primeros permisos en el año 2003 con el Gobierno de José María Aznar.