Un gigante chino compra la multinacional suiza Syngenta

La oferta por 39.800 millones de euros tranquiliza a los tres centros en Almería con una plantilla de 80 empleados

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Manuel León
01:00 • 09 feb. 2016

La oferta de la multinacional asiática ChemChina por  la casa de semillas Syngenta, ha sido como un bálsamo para la continuidad de la división hortícola de Almería.




Sobre el centro de investigación de la multinacional suiza en Santa María del Aguila, el almacén de fauna auxiliar de La Mojonera y la central administrativa en Vícar pendía cierta incertidumbre desde este verano, cuando Monsanto ofreció más de 40.000 millones para fusionar ambas compañías.




Sin embargo, la propuesta de la multinacional norteamericana fue rechazada por el Consejo de Administración de la helvética, aunque la compañía seguía dispuesta a oír otras ofertas. Fuentes del sector en Almería han asegurado que de cristalizar la operación de fusión de Monsanto y Syngenta hubiera supuesto la desaparición de muchos puestos de trabajo en la provincia y el cierre de algunos centros ya que Monsanto, que compró De Ruite y Seminis, tiene también presencia en Almería y las autoridades europeas de la Competencia habrían obligado a desinversiones ante el temor de que el sector semillero quedara en manos estadounidenses.




Syngenta reúne en Almería a una plantilla aproximada de 80 empleados, de los que 30 son investigadores que trabajan codo con codo con los agricultores de invernadero. Su gama de variedades de semillas ha ido  evolucionando desde las primeras variedades de pepino -Pepinex y Pepinova- a otras como el tomate Kumato, el pepino Kantaka o el pimiento dulce Angello.




En  bolsa La oferta del gigante chino representaría la adquisición más sustancial de una empresa china en el extranjero. China National Chemical Corp ha propuesto pagar 465 dólares por acción nominal a los accionistas de Syngenta, cuyos títulos cotizan en Suiza y Estados Unidos.




El acuerdo prevé la permanencia en funciones del equipo directivo actual de Syngenta y mantener su sede en Basilea y la creación de un nuevo Consejo presidido por Ren Jianzin, presidente de ChemChina. La operación crearía la mayor empresa del mundo de agroquímicos y una de las mayores de semillas transgénicas, junto a Monsanto y DowDupont (que se acaban de fusionar) con 6.800 variedades registradas.




Syngenta tiene 28.000 trabajadores en 90 países y en España emplea unas 500 personas, una cuarta parte en el sector hortícola, entre Murcia y Almería. Se trata de una de las líneas de negocio más boyantes en una multinacional que factura por valor de 14.000 millones de dólares anuales y que invierte 1.100 en I+D.




Historia ligada al invernadero almeriense
La historia de Syngenta se remonta a una tradición industrial de 250 años con la creación de las sociedades Geigy y Sandoz después Ciba, Ici, Astra, Zéneca y Novartis, que se fueron fusionando hasta dar lugar en 200 a la creación del nombre actual -Syn(energía en griego) y Genta (gente en latín). Su presencia en Almería data de 1983, a través de la holandesa Sluis&Groot (S&G), una de las numerosas sociedades que fueron absorbidas por Sandoz y antes por Zaadunie. En esas fechas, la industria del invernadero almeriense estaba en plena ebullición, pugnando por entrar en el Mercado Común y con firmas comercializadoras como Ejidomar, Mercoalmería o Tierras de Almería.
En esas fechas, con técnicos como Eduardo López Delgado, ya investigaban con unas 150 variedades de híbridos en dos hectáreas al aire libre y bajo invernadero. Competían con otras casas como Bruinsma Ibérica, con sus tomates Dombo y Senator y ya empezaban los israelitas con sus tomates largas vida, cuando cada semilla se pagaba a unas 20 pesetas.
Fue también S&G la primera en introducir en Almería los híbridos del tomate tipo medio (Lucy) y el pepino holandés para la exportación, a través de la alianza con Almasem (Almería de semillas). Su presencia en Almería en esos primeros años 80 dio que hablar porque  declinó participar en algunas de las ediciones de la Expo-Agro, montando una exposición paralela de industria auxiliar con un primer laboratorio de análisis de semillas y una novedosa estructura de cámaras de aclimatación dentro de sus fincas de experimentación.
S&G vivió también momentos problemáticos cuando se le atribuyó que una de sus variedades de pimiento fue el causante del virus Mosaico del Tabaco  que arrasó con 150 hectáreas, en negociaciones que mantuvo la compañía con representantes de las organizaciones agrarias de entonces como Eduardo López (Uagal) y Manuel García Quero (Usaga).
Joham Stomp fue uno de los gerentes de esta compañía antecedente de Syngenta que  más apostó por Almería y quien, cuando se le reprochaba el alto precio de las semillas, decía que “la semilla es cara, si la hortaliza se vende barata”. En esas fechas, de finales de los 80, el negocio de las semillas alcanzaba los 2.500 millones de pesetas anuales.
Con su incorporación a Sandoz, S&G se convirtió en lider mundial de semillas, con directivos como Gerard Renou, Vicente Celada y Javier Cunchillos, después Hubert Fabré, y con Almería como base de operaciones.
Al poco trasladó sus oficinas administrativas a la Puebla de Vícar y ha sido unas de las firmas que han acompañado el crecimiento
 



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