Ecocidio en el Río Aguas

`El terreno antes forestal ha pasado a ser agrícola y para regar se sobreexplotan pozos del acuífero`

Mar Verdejo
23:54 • 12 feb. 2016

Dicen los primeros versos del poeta José Ángel Valente: “Cruzo el desierto y su secreta/desolación sin nombre”. El poeta que amó a Almería, se sumergió voluntariamente entre nosotros abrumado por el paisaje.
 Los paisajes de la provincia de Almería, por muy desolados que parezcan -físicamente que no interiormente-,  son extraordinarios y únicos en el mundo. El Paraje Natural del Karst en Yesos de Sorbas es uno de ellos.
La extrema aridez va moldeando las cavidades de yeso de este paraje, con infinita paciencia como  trabaja normalmente la naturaleza, dando lugar a estalactitas huecas siendo estas muy escasas en el mundo, pero es, en este lugar, donde encontramos la mayor concentración.  
El desierto es arañado, con ímpetu, por miles de ramblas y alberga el nacimiento de un río, el Río Aguas, de caudal continuo y tranquilo. Cien años dicen los expertos que tardan las aguas en filtrarse por el terreno kárstico e ir hacia el manantial del río. 
La escasez de aridez hace que el caudal del río haya estado en torno a 60-70 litros por segundo. El río Ebro, por ejemplo, tiene un caudal medio 600.000 veces mayor. 
En la actualidad, el caudal del Río de Aguas, es menor a los 3 litros por segundo y no fluye continuamente por el cauce, estando en peligro de extinción especies como la tortuga mora. 
¿Qué es lo que está ocurriendo? Donde antes había estepa almeriense, que albergaba a especies especializadas debido a la escasez de pluviometría, como la planta llamada Espuelilla o el ave Alondra rocotí, que están en peligro de extinción, ahora hay en regadío más de 600.000 olivos. El terreno, que antes era forestal, ha pasado a ser agrícola, se ha roturado y, para poder regarlos, se han sobreexplotado numerosos pozos sobre el Acuífero del Río Aguas.
 Esto hace que un oasis tan excepcional, como es el Río de Aguas, esté desapareciendo. Estos pozos se han hecho para dar agua a un olivar cultivado, como una sobrexplotación de manera intensiva, que solo beneficia a unos pocos: un cultivo insostenible que la Junta de Andalucía ha permitido perjudicando, no solo al ecosistema asociado al Paraje Natural, sino al abastecimiento de las poblaciones. 
Algunos de estos pozos, que abastecen a la población, se han tenido que reprofundizar encontrando indicios, en algunos de ellos, de radioactividad. 
Lejos de parar este atentado, contra el medioambiente en nuestro territorio, la Junta de Andalucía lo ha creado, avalado y acelerado: ¿a quién ha beneficiado? ¿Quiénes lo han permitido? 
La provincia de Almería es de una gran belleza pero, como a diferencia de los versos del poeta José ÁngelValente, nacido en Ourense, ciudad de las aguas: “Sé cuál es mi destino / pero no lo conozco”.  Yo no sé cuál es el destino de este último oasis del continente europeo.


 







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