Investigan una finca almeriense que provocó una alerta sanitaria en Holanda

De confirmarse el caso puede ser multada con hasta 50.000 euros

Análisis en un laboratorio de control de residuos
Análisis en un laboratorio de control de residuos
Antonio Fernández
01:00 • 30 abr. 2016

Los servicios de Sanidad Vegetal de la Delegación de Agricultura,Pesca y Desarrollo Rural de Almería localizaban ayer a la empresa responsable del envío de tomates con residuos de un  fitorregulador sistémico, el Etefón, que provocó la activación de una alerta sanitaria en Holanda.




La propia consejera de Agricultura informaba a media mañana de ayer que en unas pocas horas, y gracias al sistema de trazabilidad, se conseguía identificar y aislar la finca y se iniciaban los análisis de sus producciones para ratificar la presencia de esa sustancia en los tomates.




Según los técnicos de la Delegación, la alerta sanitaria se refiere a una partida (dos, según publicaba a última hora de la tarde del jueves el portal agrario Hortoinfo) de pequeñas dimensiones que corresponde a una finca que comercializa directamente sus tomates en el mercado holandés, y no a través de ninguna empresa comercializadora almeriense.




Informe técnico
Se está a la espera para confirmar la veracidad de la alerta sanitaria difundida por el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos de la Comisión Europea. En el caso de que los análisis que se están realizando en al Laboratorio de Sanidad Vegetal de Almería, todo el producto de la finca responsable del envío sería destruido y daría lugar a un expediente sancionador que conlleva multas de entre 3.000 y 50.000 euros.




En cualquier caso el producto hallado en los tomates almerienses no es un plaguicida sino un fitorregulador que según explicaba ayer el secretario de la Delegación de Agricultura, José Antonio Aliaga, se ha utilizado para conseguir acelerar el crecimiento de los tomates, actuando en el proceso de maduración y aportación de color al producto que, de esa forma, puede ser recolectado antes. Por ello se solía usar al final de campaña, hasta que fue prohibido. En cualquier caso también se asegura que es de muy baja toxicidad.




"Es una pena"
Mientras las empresas del sector hortofrutícola lamentan la aparición de esta alerta, y culpan de nuevo a lo que califican de ‘chiringuitos’ en la comercialización, la consejera de Agricultura, Carmen Ortiz, afirmaba ayer que “es una pena que por una única partida, una cuestión puntual, se puede poner en cuestión la calidad y el trabajo de un sector que en un 90% está en producción integrada y control biológico en el tomate como es el de Almería y no se merece esta imagen negativa”.






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