Colorín colorado

Hoy se despide de su afición un Almería irreconocible. Hoy los aficionados vivirán el último partido de nervios en el Mediterráneo y se despedirán de una plantilla para subir a Primera que está aferrada a la Segunda.

Punto y final a las manías de Sergi. A las estampitas de Rivera. A los planteamientos defensivos de Carrillo y el verbo de Pipo Goro. Cuatro entrenadores para terminar con un futbolista al mando de las operaciones: de cuento de hadas.

Lo que hoy despedimos en el Mediterráneo es un modelo que hay que cambiar. El equipo viene en caída libre y nadie lo para. Hemos pasado de pagar una pasta por Pablo Piatti a hacerle ficha a un jugador de entrenador. De ser un equipo ascensor a bajar al sótano de la LFP.

Poco queda que salvar de la temporada salvo la categoría. Todo lo demás será digno de estudio para esos denominados directores deportivos y esos miembros de cuerpos técnicos que todo lo saben. Benditos sean.

No habrá sido por dirección deportiva ya que Alberto Benito tuvo a Catalina y Fernández a su lado. Ni por entrenadores ya que solo con los técnicos de Pipo Goro nos llegaba para entrenar a un regimiento. Y no será por billetes: 13 millones de presupuesto.

Esta temporada es para dar carpetazo. Termine bien o termine mal lo único que se puede salvar es la categoría porque todo lo demás no me vale.

La campaña del ¡Volveremos! con los fichajes y la inversión nos hizo a todos mirar por encima del hombro a los rivales. Crecidos ante equipos menos caros pero con todas las armas de la Segunda División. Craso error.

Y lo que más me duele es que hemos pasado en dos temporada de jugar en San Mamés a jugarnos las habichuelas con el Mirandés. Algo pasa Alfonso, que nos caemos sin remisión.

Almería tiene una afición de Primera División. Y les perdono hasta los cohetes que tiran cuando el Madrid o el Barça gana un título. Están en su derecho. Ya me contarán que afición de España iba a aguantar a un equipo que solo ha ganado 8 veces en casa y sufriendo. Son unos santos. No merecen bajar.

De este cuento que se acaba solo me quedo con unos aficionados que han aguantado el tirón y han pedido a gritos a sus futbolista ver fútbol de la LFP. Pero los jugadores solo han hablado de: “hay que seguir mejorando” cuando el equipo de desangraba.

Este cuento se ha acabado y esperemos que no se acabe el fútbol por obra y gracia de la mejor plantilla de Segunda División. El proximo partido en el Mediterráneo será en... el próximo cuento.

Todo este temporada ha sido un cuento.

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