Toda la caca en el asador

El fútbol está cargado de tópicos y de leyendas, pero nada que ver con los comentarios de las últimas jornadas de Liga donde los equipos ponen “toda la carne en el asador” y algunos osados “toca la caca”.

Eso de tener las primas prohibidas y de si te pillan te empapelan está muy bien, pero todos llegado el momento de la tentación dudan si ser honrados y bajar de categoría, o intentarlo mandando a otro a que meta la mano en la caca.

Podemos empezar a analizar partidos y resultados. Empiecen por donde quieran y no se hagan los inocentes. Hay para todos los gustos y al final nada se demuestra y cuando pita el árbitro lo que vale es el resultado: no importa el precio.

Las ‘Islas Candongas’ se llenarán como cada verano de futbolistas agraciados con un final de temporada premiado. De un favor remunerado bajo cuerda y de tantas cosas que pasan y nunca pasan. Por ello, hay que poner primero “toda la carne el asador” y si no te llega con la carne: poner “la caca en el asador”.

Un descenso se puede llevar por delante a muchos trabajadores. El futuro de algunos clubes está pendiente de seguir en la Liga Profesional y siempre hay una mano tendida dispuesta a ayudar a un alto precio.

Antes eran los especialistas los que se movían con el maletín en la mano y ahora se habla de, “nos jugamos la vida”, unos, y otros unas buenas vacaciones por ganar un partido.

Hablo de primar para vencer y ayudar a un tercero. Lo de dejarse perder ya sería más gordo hoy que se apuesta hasta el número de corner a favor y en contra.

No he conocido un final de temporada sin sospecha. Siempre habrá partidos que echen ese tufillo a prima y el asador no olerá a carne precisamente y si a caca.

Yo he crecido en el fútbol de los maletines y de las primas a terceros. He ido a partidos y hasta los he radiado sabiendo lo que llevaba un equipo y otro por ganar. Una vez un jugador me enseñó lo que llevaba en el bolsillo y de donde lo había sacado.

No se sentía mal. Había ganado un partido y por ello les habían dado una ayudita en forma de prima por ganar. No recuerdo si era legal o no. Pero el bolsillo iba rebosante de ‘talegos’ y el futbolista no se bajó del autobús ni a cenar. Un compañero le llevó un bocata.

Aquel día unos jugadores modestos optaron a una prima. Hoy se mueven más cantidades y te da para ir a una isla a disfrutar.

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