El peor Almería existe

 Un equipo sin alma en Huesca

Carlos Miralles
21:31 • 01 oct. 2016

¿Dónde está el Almería?. Para vencer a tus miedos lo mejor es enfrentarte a ellos, pero el equipo no está. No hay capacidad de reacción ni casta para buscar la meta contraria, solo arreones aislados y poco más. El Huesca no se volvió loco, sabía que tendría oportunidades y las aprovechó, como tantos otros equipos frente a los almerienses. Y eso que el primer aviso fue de Quique González, rematando al larguero un saque de esquina botado por Fidel Chaves. Luego, una internada de Ximo, quien asistió a Diamanka para marcar, pero se encontraba en fuera de juego.




Se acabó
Diez minutos para el descanso, Samu Sáiz aguanta el balón en el área, lo saca con facilidad a la banda para Akapo y, sin oposición, centra para que Camacho remate de cabeza a gol. Ahí se acabó todo. No existió más el conjunto de Fernando Soriano. La fragilidad mental de la campaña anterior volvió a El Alcoraz, campo donde el Huesca devoró al Almería el año pasado y terminó con la etapa de Pipo Goro en el banquillo. ¿Había ganas de revancha?, no se notaron.




Sin luz
Si el vestuario está con el entrenador, y es el caso del Almería a tenor de las declaraciones de los futbolistas, siempre se espera una salida en tromba, con rabia, después del descanso. Ocurrió lo contrario: Fidel bota una falta que para Sergio y casi cuesta el segundo, que no tardó en llegar, porque Alexander abre para Akapo, ve solo a Vadillo y le sirve en bandeja el 2-0. Punto y final de la historia.
Ni los cambios de Pozo, Iago y Juanjo dieron otra cara. La moral estaba por los suelos y parecía que la tarde podía terminar en goleada en contra. Lo mejor que le pudo pasar al cuadro almeriense fue la conclusión del encuentro, para olvidar una nueva pesadilla. No se podía mirar a otro lado, ni culpar al tiempo, al horario, al rival... Hay muchas formas de caer, y el Almería se está olvidando del orgullo.




Descenso
Los errores individuales pasan a segundo plano, es el equipo el que no funciona y da un disgusto más a su ya mermada afición, sobre todo en lo anímico. Ocho jornadas y en la mitad cayeron derrotados. Ocupan plaza de descenso y el margen para salir se achica, como la campaña anterior. Quizá el problema no sea tan deportivo, sino psicológico. Con un leve golpe ya no hay nada que hacer.
El Huesca supo jugar sus bazas y alargar la dinámica positiva. Anunció Soriano que habría momentos buenos y malos, pues este inicio es peor que el curso pasado. Si caes con orgullo nadie puede reprochar nada, pero este Almería sin espíritu dejó ayer mucho que desear.







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