La botella Challenge o voladora el juego de moda que entusiasma a los niños y agobia a los padres

Su nombre original es  Water Bottle Flip Challenge y si le preguntas a tu hijo te lo pronunciará en un perfectísimo inglés, aunque esté flojo en este idioma, porque para ellos ser un “pro”, (profesional) según el argot juvenil, no es solo lanzar la botella, sino que caiga de pie y en los lugares más inverosímiles.

“Niño, ¿quieres dejar de tirar ya la botella de agua?” “Estoy de los nervios… todo el día con la botella… en el salón, en la cocina… ¿Quién lo habrá inventado?”, estas y otras más, son algunas de las quejas más comunes que se escuchan en la puerta del cole, en el supermercado por parte de padres y madres desesperados que andan estos días “con los nervios de punta”.

Pues bien, todo comenzó en mayo pasado, cuando Michael Senatore, de 18 años se presentó en el ‘show’ de talentos de su instituto en Charlotte (Carolina del Sur), con una botella de plástico con un poco de agua en su interior.  ¿En que consistió su actuación?, simplemente en voltearla sobre una mesa donde cayó de pié lo que provocó el entusiasmo de todos los asistentes. Desde entonces hasta ahora, este juego está arrasando entre los chavales de su país y ¡de todo el mundo!

Lo interesante es que una simple botella ha obrado el milagro viniendo a dar con la solución que buscan los padres, para que sus hijos se olviden por un momento de la tecnología: tablets, móviles, consolas, gracias a  una moda que no lo es tanto y que por su similitud en cuanto al envase recuerda al juego de las chapas, que consistía en hacer entrechocar los tapones de los botellines de refrescos y cervezas, decorados en su interior con fotos de futbolistas de la época, antes de que se generalizase el uso de las latas.

Todo esto hace pensar que los padres tendrían que estar contentos de que sus chavales se hayan rendido a la evidencia de que lo más divertido no tiene por qué ser lo más caro, sino en poner en marcha la imaginación en este caso, a favor de un juego barato, 30 a 50 cms la botella que además les hace socializarse con otros críos, hasta ahí perfecto, si no fuese porque en lugar de la calle, las casas se están convirtiendo en el campo de batalla de padres e hijos, al ser el escenario preferido donde los niños se pasan las horas muertas lanzando una botella con el ruido que conlleva. Así que nunca estamos contentos.

No es de extrañar que nuestros hijos aparezcan dentro de poco con una nota del cole en su mochila, avisando a los padres del “peligro” que conlleva practicar este juego en los patios del colegio, donde ya está arrasando y comienza a estar prohibido.

Reconozco que yo lo he probado, es divertido y adictivo, podríamos decir que el juego de la botella de agua nos permite , como padres, despertar al niño que llevamos dentro y que con constancia y práctica nos permitirá, por qué no,  a llegar a ser unos “pro” en esta especialidad. ¿Te animas?.