La vuelta de un guerrero a la primera línea de la política ciudadana

Don Martín Soler Márquez ha sido uno de los secretarios provinciales más duros que ha tenido el PSOE en Almería en su historia reciente. Dejó la política y durante unos años se ha dedicado a la vida privada. Un rumor apuntaba que estuvo o estaba por la lejana Australia. No lo confirmé en su momento, tampoco era necesario. Ahora se nos anuncia oficialmente que se incorpora a la gerencia de la Fundación Bahía Almeriport, y lo que es más importante, lo hace con el beneplácito de todas las administraciones, las que están bajo la rosa del PSOE, su partido, y las que lo hacen bajo la gaviota del PP. No es mal triunfo y garantía para él conseguir el aval político de los dos grandes partidos. Si fueran capaces los dirigentes de los partidos de hacer los nombramientos por consenso (y no solo los nombramientos) lo mismo otra canción estaría entonando nuestra provincia en tantas historias aparcadas como esos mismos partidos nos van dejando cuando tienen el poder.
No es fácil el reto que tiene por delante el señor Soler: Nada más, ni nada menos, que lograr que la ciudad y su puerto se vuelvan a ver las caras y lo hagan en las mejores condiciones, sin imposiciones, con consenso entre las dos partes: Puerto y Ciudad, y con la clara idea de que se trata de servir a los ciudadanos, a esos almerienses que tiene ganas de vivir una ciudad abierta al mar, a ese puerto que lleva tanto tiempo cerrado para ellos. Los que conocemos a don Martín sabemos que es un “guerrero” al que nunca le ha asustado el campo de batalla en el que ha tenido que moverse, aunque en este caso el agua le puede llegar al cuello. Sabe nadar y yo diría que hasta respirar debajo de ella. Hasta ahora la Fundación ha sido como una de esas mesas que tanto pululan por la sociedad: No servía para nada. ¿Ustedes habían oído hablar de ella? No demasiado, me imagino. Con decirles que ha estado unos cuantos meses sin gerente y nadie la ha echado de menos, con la llegada de Martín Soler es de esperar que la fundación salga más a la calle, que se haga notar y demuestre que está para hacer cosas por el futuro de la ciudad. No viene mal una voz sensata.
Le deseamos mucha suerte, de él y de su trabajo va a depender el que la ciudad de Almería, y con ella los almerienses, miren con ilusión el futuro encuentro del Puerto y de la Ciudad.