Los regantes invertirán 5 millones en hacer la desalobradora de la Balsa del Sapo

En marcha un plan para recuperar los acuíferos del Poniente

Presentación del plan de recuperación de los acuíferos
Presentación del plan de recuperación de los acuíferos
Antonio Fernández
01:00 • 21 mar. 2017

Todas las comunidades de regantes del Poniente almeriense se han puesto como objetivo prioritario recuperar los acuíferos subterráneos que, tras muchos años de sobreexplotación, presentan un estado preocupante de deterioro.




Decía ayer el presidente de la Federación de Regantes de Almería, José Antonio Fernández, que son conscientes de que se ha abusado de los acuíferos “y es hora de que devolvamos a la Naturaleza lo que nos ha dado en estos años y que ha permitido crear lo que hoy es un modelo productivo eficaz”.




Otros recursos
El plan que han diseñado desde la Junta Central de Usuarios del Agua del Poniente se basa en la solidaridad y en la idea de llegar al año 2027 con el los acuíferos totalmente recuperados. Para ello echarán mano de recursos diferentes a los que proporcionan los propios acuíferos.




El presidente de la Junta Central, Manuel García Quero, cuantifica en 30 hectómetros cúbicos el volumen de agua de otras procedencias que se aportarán o, lo que es lo mismo, los que dejarán de extraerse del acuífero inferior, el más deficitario actualmente.




Esos aportes se desgranan en 7 Hm3 de agua de la desaladora de Balerma, 7,5 Hm3 de agua del pantano de Benínar, 2 de la Balsa del Sapo y otros 4 procedentes del acuífero superior, que hoy por hoy es excedentario, aunque con un grado de salinidad muy elevado.




Se suman igualmente en torno a 9 Hm3 de agua que estaba siendo utilizada por los ayuntamientos de Roquetas de Mar, Vícar y El Ejido, que están utilizando, o lo harán a lo largo de este año, agua desalada de la planta de Balerma.




Ahorro de agua
En total esos 30 hectómetros cúbicos que se pretende ahorrar de los acuíferos. Una cantidad que pasará a ser de 53 hectómetros cúbicos en el año 2018 con nuevos recursos procedentes de la desalación o del aprovechamiento de las aguas residuales de la zona.




Para los responsables de la JCUAP y de Feral, se trata de una apuesta de gran importancia para la comarca y para el conjunto de la economía almeriense. Aseguran que una de las trabas en la incorporación de España a la Unión Europea fue precisamente el temor de los europeos, particularmente franceses y holandeses, a la potencia de la agricultura almeriense, “una potencia que se ha mantenido y que para ellos representa una amenaza por la eficiencia de nuestro sistema productivo”, indicaban ayer los regantes.


Sostenibilidad
El objetivo final es buscar la sostenibilidad del modelo almeriense también en materia hídrica y asegurar el futuro del sector hortofrutícola porque, en la situación actual “un periodo de sequía como el que hemos vivido en estos últimos años la agricultura del Poniente no lo podría soportar y probablemente desaparecerían en torno al 50 por ciento de las explotaciones agrarias”.


Pero los regantes van más allá del simple ahorro y por ello están preparando un proyecto para construir, por sus propios medios, una planta desalobradora en la Balsa del Sapo que les permitiría recuperar cerca de 10 Hm3 suplementarios, a un coste de no más de 20 céntimos por metro cúbico.


Renovables
García Quero y José Antonio Fernández, presidente de Feral, señalan que los estudios están avanzados y que este mismo año podría iniciarse la construcción de esa planta, que incorporaría el uso de energías renovables para recudir la factura energética. Estiman una inversión que estará entre 4 y 5 millones de euros y la planta podría estar funcionando ya para el próximo año 2018.


La financiación correría a cargo de los regantes, que están dispuestos a predicar con el ejemplo ante las administraciones y establecer un precio único del agua en toda la comarca que rondaría los 20 o 21 céntimos, independientemente de que se use agua desalada o de los pozos. Con ello se financiarían los planes de recuperación y se haría frente incluso a un agujero en las cuentas de más de un millón de euros sin problemas.


Los regantes del Poniente recurren a este plan de recuperación hartos de esperar que lleguen inversiones públicas o medidas compensatorias de los precios del agua desalada. Piensan seguir insistiendo ente Madrid y Sevilla para que ayuden, pero en último extremo piden que “al menos no den problemas”.



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