Clece y la asociación Mujeres en Zona de Conflicto firman convenio de colaboración

Igualdad La empresa impulsa la igualdad de oportunidades entre personas de colectivos desfavorecidos

Diego López,  gerente de Clece y Macarena Gil, abogada de MZC.
Diego López, gerente de Clece y Macarena Gil, abogada de MZC.
La Voz
01:00 • 27 abr. 2017

Clece y la asociación Mujeres en Zona de Conflicto han firmado un Convenio de Colaboración cuyo objeto será el desarrollo de iniciativas y la realización de acciones que potencien la orientación, formación e inserción laboral de mujeres migrantes y en situación de vulnerabilidad, incluyendo también la realización de prácticas formativas no laborales. 




Inserción laboral Bajo este convenio, se fomentará la inserción laboral directa de mujeres migrantes y en situación de vulnerabilidad a través de la incorporación de las candidatas a los diferentes procesos de selección que hubiese en Clece, en función de las necesidades en los diferentes sectores de actividad. Por otro lado, las prácticas formativas no laborales dotarán a las participantes de herramientas y conocimientos prácticos para el desarrollo de sus conocimientos en la empresa facilitando así su integración laboral futura. 
Otras materias objeto del convenio serán campañas de difusión y sensibilización. Clece ha expresado su voluntad de promover y adoptar, en colaboración con Mujeres en Zona de Conflicto la difusión de campañas y mensajes de sensibilización social de este colectivo, su colaboración en eventos de contenido social y la difusión y publicidad de estas colaboraciones sociales. 
De manera paralela se ha firmado un convenio específico de prácticas, gracias al cual 10 usuarias de MZC realizarán prácticas formativas no laborables de auxiliar de ayuda a domicilio en el Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Almería, gestionado por Clece.
 
Compromiso social Esta sinergia permitirá a la empresa Clece continuar con su compromiso social de impulsar la igualdad de oportunidades a través de la integración de personas de colectivos desfavorecidos, principalmente personas con discapacidad, personas en riesgo de exclusión social, mujeres que sufren violencia de género, víctimas de terrorismo y jóvenes desempleados de larga duración, siendo hoy más de 6.900 personas en situación de vulnerabilidad las que forman parte activa de la plantilla.










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