"Todo estaba lleno de sangre y la policía me gritó que no mirara atrás"

Una joven almeriense, testigo directo de la masacre en el Manchester Arena

Silvia García, en una foto que la joven ha compartido en su perfil de Facebook.
Silvia García, en una foto que la joven ha compartido en su perfil de Facebook.
Rosa Ortiz
22:05 • 23 may. 2017

“Estoy bien pero tengo que llamaros”. El mensaje de Whatsapp que Silvia mandó al móvil de su padre nada más terminar la actuación de Ariana Grande en Manchester puso en alerta a la familia. “Estaba esperando a que saliera del concierto. Le pregunté si había acabado y me dijo que sí, pero que tenía que llamarnos”, relata Leonardo García, todavía con el susto en el cuerpo. 




Su hija, Silvia, una brillante estudiante de Estudios Ingleses que disfruta de una beca Erasmus en la prestigiosa Universidad de Manchester, la más grande de Reino Unido, salió ilesa la noche del lunes del atentado suicida que deja, de momento, 22 muertos y 59 heridos, algunos de ellos en estado crítico. 




Cuando la chica habló con sus padres ya se había puesto a salvo y había llegado de vuelta a la residencia, en el otro extremo de la ciudad. En esos momentos, la confusión era máxima. Según informó ayer la BBC, la policía recibió la primera llamada alertando de una explosión en el Manchester Arena a las 22.33 h. La confirmación de que se estaba ante un nuevo acto terrorista llegó horas después, ya entrada la madrugada. 




Fue sola al concierto 




Silvia, fan de Ariana Grande, estaba entusiasmada con la idea de asistir al primero de los tres conciertos que la diva adolescente iba a dar en Reino Unido -Grande anunció ayer que suspende definitivamente el tour ‘Dangeorus woman’-. Había comprado la entrada hacía meses y como no encontró a nadie con quien ir, decidió acudir sola. Vio el espectáculo desde una de las gradas superiores y a los cinco minutos de acabar el concierto, cuando ya gran parte del público que estaba en pista había salido, escuchó el estallido de la bomba.




“Cuando sonó yo miré a la gente de alrededor y ellos me miraron a mí. No sabíamos qué había pasado, qué hacíamos. Alguien empezó a gritar y se desató el caos", explicó Silvia, en una entrevista concedida a la Cadena SER. “Al principio creíamos que se trataba de un altavoz. Nunca piensas que va a ser una bomba, es lo último que quieres imaginar”, relató en el programa ‘Hoy por Hoy’. “Salimos todos corriendo y gritando. Por megafonía dijeron que se saliera con tranquilidad y la gente se puso más nerviosa todavía”. 




En plena estampida, Silvia intentó salir a la calle por el acceso a su grada, pero vio cómo decenas de personas subían corriendo y chillando por las escaleras que ella trabaja de bajar. El atentado había tenido lugar en esa misma bocana de salida. “Gritaban que había cuerpos esparcidos por el suelo y que todo estaba lleno de sangre”, contó ayer su padre a LA VOZ DE ALMERÍA. 




A la carrera, se dirigió hacia la siguiente salida -a la derecha del lugar donde el suicida hizo estallar su carga- y allí, vigilantes de seguridad y agentes de la policía le dijeron que caminara hacia la calle y que no mirase a la izquierda. El suelo estaba lleno de sangre y de restos humanos. “¡Camina hacia adelante! ¡No te pares! ¡No mires atrás!”, le gritó un policía. La chica, ya en la calle, se subió al primer autobús que paró y escapó del infierno que se había desatado en el Manchester Arena. “Estad tranquilos, que ya estoy en casa”, les dijo a sus padres un rato más tarde. 



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