Chuli es feliz

Chuli manifestó después de ascender con el Getafe que “vine aquí después de un año y medio muy complicado. Mi familia me convenció para firmar y le tengo que dar las gracias porque creían más que yo”. Precisamente fue Fernando Soriano, después de ganar 3-0 al Real Oviedo, quien anunció que Chuli se marcharía del equipo y que solo entró en la convocatoria por la escasez de efectivos. Calentó, pero no llegó a jugar ni un minuto.

En Primera
El Almería, que pagó medio millón de euros al Betis por su traspaso en julio de 2015, no quería dejarle ir de cualquier forma e incluyó en su contrato una cláusula de compra, que el Getafe haría efectiva en caso de subir. El onubense ha vuelto a tocar el cielo futbolístico:  “Tuve hace tiempo la oportunidad de jugar en Primera con el Betis, pero no disfruté porque fue el del descenso y además no gocé de muchos minutos”. Se acordó del club de su vida, el Recreativo de Huelva, que lo está pasando muy mal económicamente, y apuntó que en media temporada vistiendo de azulón logró lo que nunca pudo hacer en el Almería: “Llevaba mucho tiempo persiguiendo esto, sobre todo creerme yo mismo que puedo jugar en Primera División y asentarme en la categoría, que al final es el objetivo que todos perseguimos”.

Descartes
El Almería puede tomar dos caminos: mantenerse firme y obligar al Getafe a pagar hasta el último euro por Chuli -también debe pasar por caja por Portillo y hará lo propio por Pacheco-, o analizar las posibilidades que ofrece el plantel azulón y pedir algún refuerzo. El verano se antoja muy movido con este asunto. Chuli se mantiene al margen y deja que los clubes manejen las cifras del traspaso.