En esta derrota no nos queda ni el comodín del árbitro. Sagués Oscos estuvo por encima del partido con una actuación impecable y hasta le perdonó una amarilla clarísima a Owona.
La mala racha de arbitrajes fue cortada de raíz por éste colegiado vasco que no quitó nada al Almería y salió del Mediterráneo con la cabeza muy alta dando una lección de arbitraje.
El presidente del Almería tendrá sus razones para quejarse de los colegiados en la misma medida que se puede lamentar de tener futbolistas siempre por debajo del nivel pretendido. Ese es el problema.
No hace falta que le expulsen jugadores al Almería. Algunos se borran solitos en el campo y no se entiende como tardan tanto en ponerse a punto esos llamados futbolistas top.
Como decía Pozo la pasada semana “hay que ayudar al árbitro” y eso hicieron los dos equipos. Cuando un colegiado pasa inadvertido como Sagués Oscos es buena señal.
No debemos cargar contra el estamento arbitral y mejorar las prestaciones del equipo. Una temporada más vamos hacia el pozo mientras Miguel Corona y Ramis siguen apostando por sus hombres: no les queda otra.
Sirva de lección el arbitraje del Almería 0 Reus 1 y no tiren a la basura el vídeo del partido. Que lo vean los jugadores para comprobar como se pueden dominar 48 minutos al rival sin tirar a portería. Parece difícil pero esto el Almería lo hace fácil. No es nuevo.
Los árbitros no tiene la culpa de los males del Almería.
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