Almería sufre el robo de 700 automóviles cada año

El Puerto de Almería controla la posible salida de vehículos y piezas en los barcos a Marruecos y Argelia

Motores y piezas recuperados en abril en el Puerto
Motores y piezas recuperados en abril en el Puerto
Javier Pajarón
01:00 • 06 dic. 2017

Los agentes de la Patrulla Fiscal de la Guardia Civil toman posiciones en el área internacional del Puerto de Almería. Examinan la documentación de la furgoneta y comienzan la exploración de la carga. Entre las cajas y las bolsas aparecen las primeras piezas, cubiertas de una película de plástico. Y bajo el vehículo, sujetados cuidadosamente, los motores desguazados y ocultos a la mirada de los controladores. Son el rastro de una rueda que, giro a giro, convierte los coches, los ciclomotores y las motocicletas robados en un producto codiciado para el mercado clandestino. En España o fuera del país.




En la provincia de Almería se denuncian cada día una media de dos sustracciones de vehículos, según datos ofrecidos en el balance de criminalidad del Ministerio del Interior. La media anual ronda los 700 delitos registrados. Durante la primera mitad del año los cuarteles y comisarías recibieron 320 denuncias por robos de automóviles, motos y vehículos industriales en la provincia. Aproximadamente el 40 por ciento de los delitos registrados están localizados en la capital que, según Interior, notó un incremento del 4,3 por ciento en este indicador entre los años 2015 y 2016.




Las cifras reflejan solo la sustracción de un automóvil. A ellas habría que sumar el volumen de “robos con fuerza en el interior de vehículos”, mucho más comunes y vinculados a una pequeña delincuencia orientada a la localización de enseres personales como gafas, carteras, móviles y diversos objetos electrónicos de fácil salida en el mercado negro.




Cambio de paradigma
Los robos del ‘vehículo completo’ son más complejos. Están conectados con organizaciones criminales que buscan modelos concretos para su venta a terceros o bien a bandas que quieren hacer un uso inmediato del coche para dificultar su identificación y captura a las fuerzas de seguridad.




Según un estudio de la patronal de las aseguradoras Unespa, la tendencia apunta un descenso desde el año 2012. El informe describe los dos tipos de sustracción de automóviles y un “cambio de paradigma” en los comportamientos delictivos.  “El coche cada vez se roba menos para ser usado, que es el robo tradicional observado, realizado por personas más o menos expertas en los robos, pero que actuaban de forma individual (...) cada vez más, tiene que ver con el aprovechamiento del mismo; bien en su conjunto o bien por piezas”, indica el documento.




“Ese tipo de negocio no suele estar al alcance de individuos que actúan por pulsión o necesidad, sino de organizaciones del crimen organizado que, muy a menudo, le dan un carácter multinacional a sus acciones”, añade el informe de Unespa.




Las fuerzas de seguridad conocen en Almería conocen bien este mecanismo porque, aunque la provincia no sea el lugar donde se produzcan los robos, muchos ladrones optan por dar salida a las piezas o vehículos a través de los barcos que conectan la ciudad con los puertos de Marruecos y Argelia.




De hecho, son comunes las operaciones realizadas tras alertas emitidas en Francia o Bélgica por la desaparición de coches, motocicletas y furgonetas que luego aparecen en el Puerto de Almería. Es un rueda que gira. Los agentes tratan de pincharla... o ponerle palos.



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