Plaza Carabineros Films

Al alcalde de Almería le gusta el cine. No sé si hasta el extremo de llevarlo en su corazón, pero disfruta con los clásicos de toda la vida y sigue con razonable interés los estrenos de última temporada, especialmente si tienen algo que ver con Almería. Pero una cosa son los gustos personales del Luis Rogelio y otra su responsabilidad institucional como alcalde. Por eso, y como desde el Ayuntamiento de Almería se entiende que el cine es empleo, cultura y promoción turística, se están dando pasos a favor de potenciar esta industria y aprovechar la vinculación histórica y sentimental del legado del cine como un reclamo más de la oferta cultural de la capital. Ahí están la Casa del Cine, el Paseo de las Estrellas o la señalización de los principales rodajes llevados a cabo en Almería, como reflejo del interés del Ayuntamiento por impulsar la recuperación del cine como fuente de riqueza para Almería. Es una actitud en la que existe una positiva sintonía no sólo con el resto de administraciones -Diputación y Junta- sino también con la Universidad, que está analizando la posibilidad de incluir algún tipo de disciplina cinematográfica en su oferta académica y que la pasada semana convocó la creación de una Mesa del Cine de carácter multidisciplinar en la que todos están arrimando el hombro. Dentro de este capítulo de esfuerzos mancomunados, el alcalde ha anunciado la disposición del Ayuntamiento de ceder gratuitamente terrenos municipales para la posible construcción de unos estudios cinematográficos. Repito lo de gratuito porque el Ayuntamiento ha renunciado a la posibilidad de lucrarse con este interés colectivo. Quede constancia del gesto y compárese, por ejemplo, con la reciente negativa de la Junta a ceder al Ayuntamiento la Plaza Carabineros. Perdonen que hable de dinero, pero llegaron a pedir originalmente por la cesión de esta plaza casi tres millones de euros, que finalmente se quedaron en 600.000. De película.