Unicaja prepara una temporada con 20.000 kilómetros

La Superliga 2020-2020 contará con dos equipos más

El autobús de Unicaja Costa de Almería en Teruel.
El autobús de Unicaja Costa de Almería en Teruel. Unicaja Almería
Unicaja Almería
16:04 • 28 may. 2020

La definición que da el diccionario de la RAE no encaja del todo, pero el uso de esa palabra consigue ofrecer una descripción clarificadora en el aficionado: “encuentro, por lo común futbolístico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen constante rivalidad, casi siempre por motivos regionales o localistas”. Derbi, sí, con ‘i’ latina, el partido contra el ‘vecino’, o el clásico ante el rival de siempre, o el choque frente al adversario con el que, efectivamente, se tiene una rivalidad más acentuada que con el resto. Son tres acepciones para un término que, en el caso de Unicaja Costa de Almería, va a ser aplicado en cuatro ocasiones en la temporada 2020/2021. El club ahorrador, que se dispone a jugar en competición europea de nuevo, tendrá como viaje más corto de todo el curso el de Almoradí, un ‘vecino’ situado a 263 kilómetros, teniendo como fuente la página web de Vía Michelín. Es cierto que lo más cercano vuelve a ser Melilla, que está a 177 kilómetros lineales, pero ese viaje depende de si se puede planificar en avión o en barco, lo que cambia notablemente su duración.



El comunicado 10 hecho público por la Real Federación Española de Voleibol vino a trasladar los acuerdos de la Comisión Delegada del ente federativo en relación a la resolución de descensos de Superliga, anulándolos, y de ascensos de Superliga 2 a Superliga, manteniéndolos en dos, pero dando por buena dos veces la tabla de clasificación al momento de finalización obligada de la competición. Los líderes de los dos grupos, Barcelona y Boiro, fueron designados como equipos de la máxima categoría, recibidos cordialmente por parte de Unicaja Costa de Almería a través de sus redes sociales. Ambos vienen a sumar más lejanía, siendo el de los coruñeses, de hecho, el desplazamiento más largo, con 1.190 kilómetros de ida, 2.380 en la ida y vuelta, en autobús, claro. Llega para ‘desbancar’ del puesto de más distante a su ‘vecino’ Lugo, viaje que esta temporada no se ha podido realizar, localizado a 1.045 kilómetros de Almería, 2.090 de ida y vuelta por carretera también, por supuesto.



Son dos de las tres veces que el equipo ahorrador tendrá que cruzar, literalmente, España, haciendo los gallegos que parezcan menos los 972 kilómetros a Cabezón de la Sal, 1.944 una vez que se esté de regreso en casa. El otro ascendido, el Barça, supone la nada desdeñable distancia de 785 kilómetros, 1.570 acumulados con la vuelta, siendo significativo reseñar que el aumento a 14 equipos en la Superliga va a suponer un montante, siempre aproximado, de 3.950 kilómetros más para Unicaja respecto a la todavía inconclusa, por no resulta, temporada 2019/2020. Como dice Manolo Berenguel habitualmente, así se ha escrito y así hay que afrontarlo, porque la pista ha hablado junto a las circunstancias excepcionales por la COVID-19. Con la miel en los labios se ha quedado Dumbría, igualado en el corte de la competición con Boiro a 49 puntos, ambos coruñeses, distanciados por 56 kilómetros, por lo que el ‘grosor’ del desplazamiento habría sido muy parecido. El otro conjunto en liza por el ascenso era Tarragona, a menos de cien kilómetros de Barcelona, lo que supone que tampoco habría cambiado demasiado el horizonte verde en cuanto a distancia.



Recuperando los derbis, precisamente Unicaja Costa de Almería tiene dos ante dos de las tres únicas provincias interiores de toda la liga, el clásico frente a Soria y el más veces repetido en la última década contra Teruel. Como curiosidad, la ciudad aragonesa es la tercera menos distante respecto a Almería, cogida de la mano con Castellón, eso sí, resultando clarificador respecto a la dureza de tantos kilómetros por carretera en la temporada que se avecina. Tras Melilla y Almoradí, Teruel es el punto más cercano para los ahorradores, linealmente seguro y sobre asfalto de igual modo, pero según la ruta elegida hacia Castellón. Ambos viajes añaden unos 1.150 kilómetros más a la cuenta cada uno, 2.300 sumados, junto a los 1.530 que vienen a completar el ‘camino Soria’ de los Caligari. Pero efectivamente, hay únicamente tres provincias en esta nueva Superliga sin acceso al mar en una competición que mantiene los cuatro equipos isleños, tres baleares y un canario, si bien el cambio de club en Las Palmas ‘regala’ el cuarto derbi a Almería, otro clásico, el de Guaguas.



Mucho más complicados de calcular los viajes a la capital canariona y a Ibiza, Palma de Mallorca y Manacor, la idea es la de la distancia en línea recta, estando el Insular a 1.550 kilómetros, el Miquel Ángel Nadal a 580, Son Moix a 540 y Es Viver a 423. Sumados todos se van a unos 6.550 kilómetros solo en fase regular, como se hacen los demás cálculos que se están ofreciendo, sin contar en ningún caso el añadido de los posibles playoffs. En la mayor parte de ocasiones, Unicaja Costa de Almería se tiene que desplazar, dadas las pésimas comunicaciones de la provincia, hasta el aeropuerto de Málaga o el de Alicante, cuando no Sevilla, extendiendo el montante a 400, 600 u 800 kilómetros por carretera antes y después de subirse en un avión. Lo que sí es seguro es que el mínimo en autobús, con salida desde el Moisés Ruiz y llegada a la ciudad peninsular que toque en cada jornada, es de 12.500 kilómetros, base sobre la que añadir los destinos de islas y el del norte de África. Repitiendo lo de que solo se habla de fase regular, sin playoffs, la 20/21 va por 20.000 kilómetros.



En resumen, desde la esquina sureste de la península ibérica las distancias no solo son grandes, sino complicadas de realizar y difíciles de manejar deportivamente en el contexto del calendario de la temporada. La inversión de tiempo por parte del club ahorrador en sus desplazamientos es de las más elevadas de la Superliga, eso sin duda, y a ella, si se le permite a Unicaja Costa de Almería, se añadirán las que dicte el sorteo de la competición europea que corresponda jugar. Remitidos tan solo a las certezas, es cierto que el hecho curioso de que el eje norte-sur del centro peninsular deje a nada menos que a diez equipos en el este, a tres en el oeste y a uno encima de la divisoria, hace pensar que podría ser mucho ‘peor’, pero es una situación que se repite una temporada más. La Superliga española se dibuja, por lo tanto, costera y muy levantina, de modo mayoritario mediterránea y menos atlántica, pero lo más importante es que brille por su competitividad, deseo del club más laureado del país





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