Firmas contra la ’futura’ comida de la guardería

El pasado mes de diciembre los albojenses conocieron que las Religiosas de Jesús María, las “Monjas de La Loma” como se les conoce cariñosamente en Albox, abandonarán tras este curso el que ha sido su hogar tras cuarenta años de un servicio impagable.

Entre las labores que han llevado a cabo estas últimas décadas ha destacado la gestión de la guardería infantil. Cuando se dio a conocer la petición de la congregación de reagrupar a las hermanas en un ciudades, solicitando al Ayuntamiento medidas para mantener abierto el centro, el Consistorio albojense adelantó tras contactar con Educación que se mantendrían “todos los empleos” así como las plazas escolares. El miedo, por lo tanto, ya no recae en la supervivencia de la guardería ni en el mantenimiento de los puestos de trabajo. Padres de niños que acuden a la guardería han iniciado una recogida de firmas “para mantener el comedor ‘in situ’ y cocinera actual” rechazando “el servicio de categing”, según puede leerse en la hoja donde se reclaman la rúbricas.

Padres y madres temen que, tras el cambio de gestión a manos de la asociación de personas con discapacidad ‘El Saliente’ el próximo curso, el servicio de comedor no guste tanto a los niños como la comida que desde hace años prepara el personal del centro.

Normativa de calidad
La gestión del centro concertado, responsabilidad de la Delegación de Educación de la Junta, dependerá de la asociación de personas con discapacidad, desde donde han mostrado todo su “gratitud a las religiosas por la atención que vienen ofreciendo desde hace casi cuatro décadas a numerosas familias albojenses, del barrio de La Loma y, en especial, de la calle de Las Tejeras y sus  inmediaciones”. Su presidente, Matías García, ha asegurado que se  compartirán “los mismos valores” y recuerda que “la entidadha tenido una relación muy especial con los vecinos de la zona” a través de “iniciativas de carácter social como el Programa de Garantía Alimentaria”.

Sobre la preocupación de los padres, García ha señalado que  “nuestro compromiso es mantener y aumentar los estándares de calidad, tanto en el plano educativo como con respecto a los servicios complementarios” como es el de comedor. La asociación centralizará el servicio en las cocinas de la residencia Francisco Pérez Miras. “Unas cocinas con sello de calidad ‘Aenor’, que cumplen con la norma internacional de calidad ‘ISO 9001’ y las demás normativas de los centros de educación infantil, y que sirven a numerosos centros sociales, a personas con necesidades económica o mayores a domicilio, e incluso a nuestros propios trabajadores o cualquier ciudadano que lo demanda”.
“Estas cocinas, que cuentan con una nutricionista y cuatro personas de cocina, tres de las cuales tienen discapacidad, ofrecen menús de calidad, cumpliendo escrupulosamente la normativa vigente” ha zanjado García.