A Quique le pasa algo...

Quique me preocupa. Lo veo y no lo veo en los entrenamientos. El goleador del Almería la pasada temporada trabaja todos los días como un profesional de los pies a la cabeza porque este delantero es un fenómeno dentro y fuera del campo. Es un jugador, además, de los que hace vestuario: un futbolista que hace piña porque es buena gente, muy buena gente, pero no veo en su cara ese punto de felicidad para luego ver portería con facilidad.

El estado anímico del jugador en el planeta fútbol cuenta y mucho. Hay que recuperar al mejor Quique, a ese Quique que fue el mejor la pasada temporada en el Almería. Los goles del delantero vallisoletano fueron una de las claves para seguir en Segunda División.

El tren de la Primera División pasó por la puerta de Quique, era un vagón con destino a Pamplona con parada para jugar en Osasuna, pero sigue aquí, con nosotros, en el Almería. La afición debe sentirse orgullosa de tener en su Almería a un jugador de la talla futbolística y del nivel personal de Quique. ¡Vuelve Quique, Soriano te necesita!