Urbanismo estudia adaptar su ‘viejo’ plan general mientras pacta el nuevo

“El Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) ha llegado a un punto de no retorno, la Junta tiene que determinar si se aprueba o si tenemos que buscar otras soluciones” refiriéndose a la posibilidad de realizar una adaptación a la LOUA del plan en vigor desde el año 1998. 

Así de rotundo se mostraba ayer el concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Miguel Ángel Castellón, quien anunció que ha solicitado a la secretaria general de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Belén Gualda, una reunión para que la administración autonómica dé “una respuesta clara y contundente sobre si es posible que Almería tenga un plan general con los mimbres que tenemos, con el entorno que tenemos, y si no es así, que  lo digan claramente”.

Y es que han pasado casi dos meses desde que el Ayuntamiento de Almería presentara el documento que trazaba soluciones rambla a rambla a la Junta, y de momento no ha habido respuesta alguna.

Dos meses es tiempo pero lo cierto es que lo que le pesa al documento son los casi 14 años que han pasado desde que arrancara todo el proceso para su confección. 

En el camino se pasó el tiempo de la suspensión de licencias, se ha modificado la ley urbanística, se elaboró un plan subregional, se han hecho dos aprobaciones provisionales, tres exposiciones públicas, se vivió una crisis y se han hecho cambios al documento para cumplir con los informes sectoriales hasta conseguir que “se parezca como un huevo a una castaña” -que decía el primer impulsor del nuevo documento, Juan Megino- con lo trazado inicialmente, y todo para nada, es decir, para que no se haya avanzado en su aprobación.

Inseguridad
En este largo peregrinar por el desierto administrativo y tras las sentencias que han tumbados otros planes andaluces por no contemplar un estudio de alternativas de crecimiento -cabe recordar que el de Almería tampoco lo tiene de momento- lo cierto y así lo reconoce el propio concejal de Desarrollo Urbano, es que “los inversores que quieren venir a Almería no encuentran la seguridad jurídica que necesitan para hacerlo” por lo que pide a la Junta que diga “sí o no” y así “darles certidumbre” y “no dilatar más los tiempos”.

A pesar de que no era la opción que más gustaba, el Ayuntamiento está estudiando muy seriamente el apostar por la adaptación a la LOUA del PGOU vigente. Así se lo planteó hace dos semanas el propio Castellón a los representantes del sector -promotores, constructores, colegios de arquitectos y aparejadores- hasta con una lista de pros y contras de la idea.

La ventaja principal que podría plantear esta adaptación es dar seguridad jurídica a los inversores ya que “las modificaciones puntuales que se realicen, que tendrían que llevar su tramitación y sus informes, tendrían que recogerse en un nuevo plan general con lo que tendrían garantizada la inversión”.

Explica Miguel Ángel Castellón que esta posibilidad de acogerse a la adaptación a la LOUA es algo que tendrán que decidir en los próximos días e incluso reconoce que se han realizado consultas a la Junta de Andalucía y parece que “no es un procedimiento excesivamente farragoso” y afirma que están empezando a ver los documentos necesarios.

Sin renuncias
Lo que sí quiere dejar claro el concejal de Desarrollo Urbano es que se decida lo que se decida con respecto a apostar por  adaptar a la LOUA el PGOU actual, “Almería no renuncia a un Plan General” y es que la intención sería trabajar en paralelo de forma que, se conseguiría la deseada seguridad jurídica, mientras se seguiría trabajando junto a la administración autonómica en la redacción del nuevo planeamiento de la ciudad.

Fue a mediados de marzo  de 2016 cuando la Junta decretaba la suspensión del PGOU y ahí comenzaba el principio del fin.