"No ha sido nada fácil que ‘No sé decir adiós’ haya salido adelante"

El director Lino Escalera y el productor Damián París presentan la primera película que compite en el Ópera Prima

Lino Escalera y Damián París, con el cartel del filme.
Lino Escalera y Damián París, con el cartel del filme.
Evaristo Martínez
01:00 • 13 nov. 2017

Cuatro biznagas de plata en el Festival de Málaga, el aplauso unánime de la crítica, un gran recorrido por certámenes internacionles (Miami, La Habana, Sao Paulo,Toulouse), una presencia segura en la temporada de premios que está a punto de comenzar -Feroz, Forqué, Goya- y, sin embargo, una película que ha provocado más de un desvelo a sus creadores, quienes llegaron a pensar que nunca vería la luz. ‘No sé decir adiós’, el filme que anoche abrió el certamen ‘Ópera Prima’ del Festival Internacional de Cine de Almería, es una de esas obras-milagro que de cuando en cuando consiguen derrotar a los agoreros para encontrarse con los espectadores. “No ha sido nada sencillo sacarla adelante”, recordó ayer en rueda de prensa el almeriense Damián París, el productor de esta dura y áspera historia acerca de la familia, el regreso a las raíces, la enfermedad, la culpa, las cicatrices -las que se ven y las que no se ven- y la muerte. Un largometraje difícil de ‘vender’ al gran público, lo que se traduce en un desinterés por parte de las grandes televisiones, que además comenzó a gestarse en 2011, con la crisis mostrando su cara más fiera.




Con un trío protagonista (Nathalie Poza, Juan Diego, Lola Dueñas) en doloroso estado de gracia y un guion de Pablo Remón que echa sal en la herida a golpe de diálogo veraz y reacciones humanas, sin recurrir a la lágrima de salón, ‘No sé decir adiós’ trancurre en parte en Almería aunque realmente el equipo no pudo rodar en la provincia, por cuestiones de financiación, tanto como hubieran deseado y apenas estuvieron aquí una semana. “Los exteriores sí muestran Almería y en el guion sabíamos que tenía que estar presente a través de su paisaje, su belleza y su aridez, que va en plena sintonía con los personajes de la película”, señaló Lino Escalera, su director, que tras más de una década en la escuela del corto irrumpe con fuerza en el largometraje para desgarrar la pantalla y tocar con sobriedad teclas que no son cómodas ni fáciles.




Durante la travesía por el desierto del filme, y ante la amenaza de tener que despedirse de sus personajes sin que llegaran a ver la luz, Escalera dirigió ‘Australia’, también escrito junto a Remón, con Nathalie Poza defendiendo el mismo papel que en ‘No sé decir adiós’: una mujer cuyo éxito profesional contrasta con una vida personal a la deriva que sitúa a la actriz madrileña en el camino del palmarés de esta ‘Ópera Prima’ que ya rueda en el Festival almeriense.









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