Campaña para garantizar la salud de los productos cárnicos en la matanza del cerdo

Los propietarios de animales deben pedir autorización con un periodo mínimo de 72 horas

Rellenando los embutidos al estilo tradicional.
Rellenando los embutidos al estilo tradicional.
Davinia Piqueras
12:53 • 16 nov. 2017

En estas fechas muchas familias celebran una de las tradiciones más arraigadas de nuestra cultura, la matanza del cerdo, que se convierte en una jornada festiva, en la que pasarán varios días preparando los productos derivados del animal que servirán para llenar las despensas y alacenas para todo el año, pero sin olvidar que, se deben cumplir una serie de normas para garantizar la salubridad de los productos elaborados.




Por este motivo, el Ayuntamiento de El Ejido ha puesto en marcha, como viene siendo habitual, una campaña dirigida a controlar y certificar la salud de los cerdos que se sacrificarán dentro de la tradicional matanza para asegurar así la máxima calidad de los productos derivados y que se destinan al consumo.




Luisa Barranco, concejala de Sanidad y Consumo, explica que “el objetivo de esta campaña es velar y garantizar la salud de las personas y trabajar para que no se pierdan nuestras tradiciones”.




Normas
Los propietarios de los animales que vayan a realizar estas tareas deberán solicitar previamente la autorización correspondiente al Consistorio, concretamente en la Unidad de Sanidad, con un periodo mínimo de 72 horas de antelación al momento del sacrificio para que un veterinario pueda realizar el examen pertinente y corroborar así que el animal se encuentra en perfecto estado para ser despiezado y destinado a embutidos caseros. 




De igual modo, se recuerda que todos aquellos productos resultantes del sacrificio de los cerdos se destinarán única y exclusivamente al consumo de la familia, quedando prohibida su venta.




Tradición
Es cierto que cada vez son menores los grupos que llevan a cabo esta ceremonia que dura varios días, pero aún hay familias y amigos que siguen la tradición. Las familias suelen adquirir los lechones en febrero, alimentándoles de forma casera en la mayoría de los casos. El cerdo convive unos diez meses con ellos y se engorda hasta que llega el otoño y parte del invierno cuando es sacrificado. 




De este modo, cada persona tiene su cometido a la hora de realizar las tareas propias de la matanza. Con los años esta tradición se ha convertido en una buena excusa para celebrar una jornada de convivencia y festiva muy familiar, invitando a menudo a amigos y conocidos a disfrutar del día.




Luisa Barranco recuerda que “la campaña, como cada año, permanecerá activa hasta el próximo 28 de febrero”.


Sanciones
Cabe recordar que aquellas matanzas realizadas sin autorización serán irregulares, siendo sancionados los infractores con arreglo a la legislación vigente que se recoge en el Real Decreto 1614/1987, de 18 de diciembre. donde explica las normas para la protección de los animales en el momento de su sacrificio con el fin de evitar cualquier dolor o sufrimiento innecesario y garantizando el desarrollo racional de la producción.



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