La reserva de Cabo de Gata cumple 30 años como Parque Natural

El 26 de enero de 1988 se publicaba el decreto por el que se declaraba la denominación del Parque Natural Cabo de Gata Níjar, siendo el primero marítimo-terrestre, un logro que resultó “una aventura colectiva para evitar que la costa se convirtiera en un chorreo de chalets”, explicaba ayer Hermelindo Castro, presidente de la Junta rectora del Parque, que junto a Raúl Enríquez, delegado territorial de Medio Ambiente, y José Rivera, presidente del Grupo Ecologista Mediterráneo  (GEM), presentaron ayer por la mañana el almanaque elaborado por esta asociación para conmemorar el 30 aniversario del Parque Natural Cabo de Gata Níjar con fotografías de sus aves .
Castro recordó en la cita lo “heterodoxo” de denominar ‘parque’ a una zona en la que ni siquiera “había bosques, que es litoral y árido, donde llueve menos que en algunas parques del Sáhara, y cuyos acantilados volcánicos suponen uno de los más importantes atractivos”.

Divulgación
El calendario realizado por GEM reúne una colección de imágenes de algunas de las especies de aves más representativas del Parque con el fin de  “darlas a conocer, que los almerienses se familiaricen más con ellas, porque pecamos ignorar lo que tenemos en nuestra tierra, que la gente se dé cuenta de la naturaleza maravillosa que tenemos en Almería y quieran conservarla”, según explicó José Rivera, autor de esta serie de fotografías, quien justificó la elección de las aves para este homenaje por ser “el vivo indicador que muestra la salud ecológica de un lugar”. 

Destacó que ha habido aves que han sido imposibles de fotografiar por ser ahora menos abundantes que antes, alertando que “si  las especies empiezan a desaparecer es un símbolo de que algo que no se está haciendo bien”.
A este respecto, declaró que la responsabilidad de conservar este patrimonio natural es tanto de la Administración como de quienes lo visitan, ya que, por ejemplo, “deben saber por qué senderos deben caminar para no dañar los suelos, tener cuidado con sus mascotas para que no perjudiquen a los animales del  hábitat, y no cometer imprudencias como llevarse plantas a casa”, puntualizó.

Conservación
Recordaron que este aniversario coincide también con los 20 años de su inclusión en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera por la Unesco y al de su promoción al estatus de Geoparque hace 11 años. A colación de la consideración de Reserva de la Biosfera, Castro destacó la necesidad de “ambientalizar el exterior del Parque” haciendo que cada vez más invernaderos “sean ecológicos” y, respecto a su interior, “poner orden”. 

Turismo Activo
Así explicó cómo las nuevas formas de turismo pueden suponer un peligro. Castro contó que para remediarlo han hecho algo “tan innovador como sentarse a hablar” con las empresas de kayak, de buceo y los conductores de caravanas. Detalló que un único interlocutor  representa al colectivo de las primeras y ya han consensuando el número máximo de kayaks que pueden circular a la vez o las zonas específicas para embarcar y desembarcar. Sobre las caravanas, Castro explicó “lo complicado de la ambigüedad legislativa” y subrayó la necesidad de “más parkings” para “que no puedan justificar ponerse en cualquier lugar”.

Carboneras quiere sumarse
El pasado abril, la Junta de Andalucía dio trámite a la moción de la corporación local de Carboneras que solicitaba incluir su nombre en el topónimo del Parque. Uno de los primeros pasos era el análisis de la Junta rectora del Parque. Preguntado por este asunto, Hermelindo Castro, presidente de dicha Junta, declaró que “resulta enternecedor que Carboneras quiera sumarse porque es signo de que la marca ‘Cabo de Gata’ ha triunfado”, y puntualizó que “es algo que aún debe consensuarse con los otros municipios, ya que Níjar aporta el 70% del territorio al parque”. Con la última ampliación de los límites de la reserva llevada a cabo en 1994, la superficie protegida afectó a la mayor parte del pueblo de Carboneras sin que  haya supuesto un reconocimiento nominal para el municipio.